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México, DF.- Ante las movilizaciones en favor de aumentos salariales para compensar el alza en el precio de la tortilla, el sector privado sostuvo que si no hay más productividad, esos incrementos no están justificados.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) subrayó que ante la especulación de ciertos precios, como en el caso de la tortilla, para elevar los salarios reales es necesario lograr más productividad.
De lo contrario, las expectativas por las presiones salariales se convertirían en un círculo vicioso que traería graves consecuencias para la estabilidad económica y que terminarían en una espiral inflacionaria, indicó en su publicación semanal ?Punto de vista?.
En el artículo ?Precios, inflación, productividad y salarios?, el alza en el precio de la tortilla es un efecto derivado de la caída en la oferta de maíz a nivel nacional, resultado de la baja productividad de la producción agrícola, pero también por el acaparamiento.
El CEESP destacó que el acuerdo para la estabilización del precio de la tortilla en el que participaron productores, distribuidores y el gobierno es una medida para estabilizar temporalmente el aumento en los precios.
?Se trata entonces de una intervención gubernamental focalizada y limitada, que permitirá aumentar la productividad del campo?, agregó el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). De manera paralela, expuso, este problema debe ser atendido mediante soluciones de mercado destinando más inversión al campo y recursos tecnológicos para elevar su productividad no sólo en éste, sino en otros cultivos que enfrentan la misma problemática, como la caña de azúcar.
En cambio, introducir subsidios al consumo sólo provocará distorsiones en el mercado que terminarán por beneficiar a las personas que no los necesita, por lo que al final serían contraproducentes, consideró. Por otro lado, el CEESP señaló que el aumento de 2.68 por ciento mensual en el precio de la tortilla durante diciembre pasado nutrió la especulación y con ello han aumentado las presiones a las empresas por demandas de incrementos salariales.
?Ante esta coyuntura no faltarán las oportunidades para justificar negociaciones salariales ante el incremento en precios del maíz, cuyo efecto no se ha generalizado?, sostuvo.
En el resto del mundo, expuso, los ajustes de costos se dan vía productividad, de acuerdo a criterios de eficiencia que representen aumentos en la producción respecto al número de horas trabajadas, mano de obra calificada, nivel de educación y capacitación.
?Si la productividad aumenta, los salarios también deberán aumentar, pero si no hay aumentos de productividad, los aumentos salariales por encima de la inflación general no están justificados?, aseveró. En opinión del CEESP, el efecto del aumento en el precio de la tortilla será temporal, en tanto se resuelva el problema del descenso en la oferta de maíz a nivel nacional, se supervise la cadena de producción o se aumenten los cupos de importación de maíz del exterior, a fin de abastecer el mercado y estabilizar los precios.
En este sentido no es necesario ajustar la política monetaria, dado que los incrementos en el precio del maíz no han repercutido en el nivel general de precios, estimó.
Insistió en que hay que tener presente que ante la especulación de ciertos precios, para elevar los salarios reales es necesario lograr más productividad. ?A pesar de las movilizaciones en favor de aumentos salariales, realizar ajustes de precios sin cambios en la productividad generaría mayores distorsiones en el mercado mediante una escalada inflacionaria?, aseveró.