La producción de mezcal es en promedio de cien litros o menos por cada tonelada de materia prima. En las vinatas artesanales, incluso, es menor el rendimiento.
La puesta en marcha de la Planta Productora de Mezcal en Nombre de Dios, con capacidad de producción de diez mil litros, obliga a resolver con mayor urgencia el problema del poco abasto de materia prima disponible.
Lo anterior lo advirtieron integrantes del Consejo Estatal del Mezcal, al indicar que urge definir los apoyos para las plantaciones de maguey pues de lo contrario el inventario silvestre será insuficiente en cinco, siete u ocho años.
Los productores dijeron que les preocupa esta situación, ya que dentro de poco (se dice que en noviembre) estarán listas las tres plantas productoras de mezcal en el estado: la de Nombre de Dios, y otras en Durango y Mezquital.
Expusieron que cada planta tiene capacidad para producir diez mil litros de este vino al mes; sin embargo, para generar cien litros se requiere aproximadamente una tonelada de materia prima.
Señalaron que el rendimiento promedio en las vinatas artesanales es de 80 litros por cada tonelada aproximadamente, mientras que la planta podría tener una ganancia mayor, de cerca de 100 litros por tonelada.
La próxima semana se llevará a cabo una plática entre las sociedades cooperativas de producción mezcalera y las autoridades agrícolas del estado, precisamente para definir cómo se apoyarán las plantaciones de maguey.
Y es que, a decir de algunos integrantes del Comité Sistema Producto del Maguey, en el sector existe la sensación de que empezaron al revés, pues primero se industrializaron antes de garantizar sustentabilidad de la materia prima.
Los productores, quienes pidieron omitir sus nombres, recordaron que existe control sobre la explotación del maguey, ya que es un recurso forestal no maderable que por ende está regulado y vigilado por las autoridades ambientalistas.
En ese sentido, insistieron en que Durango no ha podido avanzar en un esquema integral de plantaciones comerciales tecnificadas, sino que se ha mantenido su producción con los inventarios silvestres que hay en la entidad.
Sin embargo, dejaron claro que si no se prevé este problema al corto plazo, la apertura y puesta en marcha de las tres plantas productoras demandará más y más materia prima y el abasto será incierto dentro de unos cuantos años.
Opciones
Una de las alternativas que desarrollan las autoridades en el estado de Durango es la plantación de semillas de maguey, que implica sembrarlas en pequeñas macetas con la expectativa de que puedan ser explotadas 13 años después, cuando crezcan.
Tales plantas a cierta edad pasan a cepellones y luego se llevan al suelo para esperar a que crezcan y que puedan aprovecharse. Sin embargo, en todo ese proceso se requieren unos 12 ó 13 años con el riesgo de que no todas se logren.