Personal de la policía paquistaní y equipos de emeregncia en el lugar del ataque suicida perpetrado hoy, martes 30 de octubre, cerca de la residencia militar del presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, en la localidad de Rawalpindi. (EFE)
Un atentado suicida se registró hoy en un puesto de control militar, cercano a la oficina del presidente paquistaní Pervez Musharraf en la ciudad de Rawalpindi, con un saldo de al menos seis muertos y 11 heridos, informaron fuentes oficiales.
El hecho pudo haberse tratado de un intento de asesinato contra Musharraf, quien se encontraba en el lugar en ese momento, sin embargo se encuentra a salvo, informó el portavoz del mandatario, Rashid Quresi.
El atentado fue perpetrado por un atacante suicida, quien se acercó caminando al puesto de control en la principal carretera de la ciudad y detonó las cargas explosivas que traía consigo, según informes de prensa conocidos en esta capital.
Hasta ahora ningún grupo se ha responsabilizado del atentado, que de confirmarse que se trató de un intento de asesinar al presidente paquistaní, sería el último de varios a los que ha sobrevivido, incluidos uno de julio pasado.
El ataque se produjo después que el procurador general de Pakistán, Malik Qayyum, afirmó que Musharraf estuvo habilitado para acudir a los comicios del pasado día 6 como militar y ningún fallo en contra tendrá efecto sobre su reelección.
Las elecciones presidenciales, realizadas en el Parlamento Federal y las asambleas provinciales, fueron boicoteadas por la oposición y no han sido calificadas por la Suprema Corte, que primero debía decidir si la candidatura de Musharraf fue constitucional.
La oposición consideraba que la postulación del mandatario y jefe del Ejército era inconstitucional, pues la Carta Magna prohibe a los militares en activo participar en actividades políticas.
Sin embargo, Qayyum sostuvo que el militar fue habilitado por una enmienda constitucional para que permaneciera en uniforme hasta el 15 de noviembre próximo, cuando debe iniciar su nuevo mandato.
Musharraf, quien no ha sido designado presidente electo, prometió renunciar a la jefatura del ejército si resultaba reelecto, pero se ha mantenido en el cargo, en espera de la decisión judicial, que la Suprema Corte espera dar a conocer esta semana.
El ataque de este martes sigue a una serie de explosiones en varias zonas del país, la más grave de ellas hace 12 días en la cuidad de Karachi, que dejó más de 140 muertos y ocurrió con el regreso de la ex primera ministra Benazir Bhutto, tras ocho años de exilio.
En el último mes en la ciudad de Rawalpindi, al sur de Islamabad, dos explosiones causaron la muerte de 25 personas y heridas a más de 60.