CANATLÁN, DGO.- El domingo hasta el teléfono celular de Jassiel Villarreal con domicilio en esta ciudad llegó un mensaje de texto proveniente del número telefónico 55 24 33 19 52, el cual contenía la siguiente información: “Boletazo urgente, su línea salió ganadora de tres magníficos premios. Comuníquese a nuestras oficinas 0456622798008”.
Hasta el lunes Jassiel se comunicó al número indicado en el mensaje de texto cuya lada (662) indica que se trata de un celular ubicado en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Al contestar el teléfono, los timadores simularon tratarse de los encargados del sorteo e informaron que éste es realizado por Boletazo en coordinación con varias organizaciones y empresas como Telcel, Telmex, Movimiento Azteca, y bancos como Inbursa, haciendo exceso uso de la emoción en sus palabras para de alguna manera transmitir la misma al candidato a extorsión.
Le informaron que ganó tres premios: una camioneta Ford Lobo, cien mil pesos en efectivo y, por último, un celular marca Motorola, que debía recoger inmediatamente. Preguntaron también si deseaba que la entrega fuera televisada, apostando a la mayor probabilidad de que la persona mencionara que no deseaba que se transmitiera por ese medio la entrega.
El discurso entregado por teléfono con la encomienda de que la persona caiga en la extorsión es variado pero siempre encaminado a que la persona poco a poco crea la situación utilizando tretas de todo tipo como en este caso en la que se le informa a Jassiel que antes de recibir el premio deberá depositar ocho mil 500 pesos, que es el total de impuestos a pagar para recibir el premio, para lo que deberá buscar una sucursal de la tienda Elektra para realizar el depósito. Se le indica que vaya hasta la tienda y al estar afuera de la tienda regresar la llamada con el fin de indicarle cómo realizará el depósito.
Puesto que en el municipio de Canatlán no existe sucursal de Elektra, Jassiel les dice textualmente que “no hay Elektras en Canatlán” a lo que no saben cómo responder los extorsionadores y comienzan de manera nerviosa a buscar soluciones al imprevisto, hasta que Jassiel por propia cuenta termina con el engaño y les comunica: “Es obvio que se trata de un engaño” y no cree nada de lo que han mencionado, a lo que los extorsionadores reaccionan de manera prepotente y molestos arremetiendo con groserías e insultos hacia Jassiel y amenazándolo con mencionar algo.
Por último, el señor Jassiel Villarreal, al ser cuestionado sobre si presentará una denuncia legal por el intento de extorsión, menciona que no lo hará puesto que no sucederá nada y no ve el caso de hacerlo, que su intención es difundir una denuncia pública para evitar que los ciudadanos caigan en las tretas de estos delincuentes.
Antecedentes
En Canatlán la primera denuncia pública se dio en el mes de septiembre, cuando una mujer -quien prefirió mantener su identidad en el anonimato-, originaria de la Colonia Ejidal, denunció públicamente el intento de extorsión sufrido.
En aquel entonces se le habló para solicitarle dinero a nombre de un familiar residente en los Estados Unidos, quien aparentemente -le informaron- se encontraba detenido y debía pagar una fianza de manera inmediata.
Los timadores presionaron a la mujer indicándole que el depósito del dinero debía ser inmediato pues si no se le consignaría de manera definitiva.
Afortunadamente esta extorsión no se consumó puesto que la señora se dio a la tarea de comunicarse con el miembro de su familia, el cual supuestamente se encontraba detenido, dándose cuenta de la extorsión.
Por último, Ruperto Quiroga, con domicilio en la comunidad La Cañada, fue extorsionado con el truco de un sorteo donde supuestamente había ganado doscientos mil pesos, para lo que le pidieron enviar en un mensaje a un celular los códigos de cinco tarjetas de tiempo aire Telcel de quinientos pesos, por lo que consumaron su delito despojando de dos mil quinientos pesos al campesino.
Cultura de la no denuncia
La agente del Ministerio Público, Gisela Gurrola, menciona que por casos de extorsión telefónica no existe demanda alguna, pues la ciudadanía no denuncia legalmente los hechos.
La psicóloga María Ontiveros explica que la cultura mexicana y la naturaleza humana permiten la realización de estas extorsiones pues al informarles que ganaron un premio juegan drásticamente y manejan las emociones de las personas, por lo que la primera acción recomendable para identificar si se trata de una extorsión o no es mantener la calma y la lucidez mental.
Las autoridades exhortan a tener cuidado con este tipo de intentos de extorsión buscando información y asesorándose jurídicamente del hecho antes de tomar una decisión.