Dos lanchas de la organización Greenpeace fueron hundidas ayer al invadir la zona de seguridad del balneario Heiligendamm en Alemania, donde se reúne el G8. (AP)
Dos lanchas rápidas de la organización ecologista Greenpeace provocaron una situación de alarma al invadir la zona de seguridad costera del balneario de Heiligendamm, donde se reúnen los jefes de Estado y Gobierno del G8.
Las dos lanchas inflables dotadas de potentes motores jugaron durante unos diez minutos al gato y al ratón con botes neumáticos similares militares y patrulleras de la Marina alemana hasta que fueron interceptadas y hundidas.
Nada más ser detenidos por las patrulleras, los activistas de una de las embarcaciones de Greenpeace desplegaron una bandera con el texto “G8 act now” (G8 actúa ahora).
La maniobra pudo ser vista en directo por los periodistas en el centro de prensa de Külungsborn, ya que se produjo en el mar a tan sólo unos 200 metros del mismo y además fueron retransmitidas por el circuito cerrado de televisión de la cumbre desde un helicóptero policial.
Un portavoz de Greenpeace dijo que la acción tuvo como objetivo “intentar llevar una petición al G8 exigiendo objetivos claros para la protección del clima”.
“Se decidió hacer hoy porque hasta el momento todavía no hay decisiones sensatas” por parte de los líderes de los siete países mas industrializados del mundo y Rusia, dijo el portavoz, quien añadió que si el G8 no logra fijar objetivos numéricos para la reducción de las emisiones con efecto invernadero, la cumbre será un fracaso.
Los botes de Greenpeace fueron interceptados nada más invadir la zona de seguridad de Heligendamm, a la altura del vecino balneario de Kühlungsborn y cuando se encontraban a varios kilómetros de distancia del hotel costero en el que están reunidos los miembros del G8.
Dos de los activistas de Greenpeace y un policía resultaron ligeramente heridos en la acción policial, que terminó con 21 ecologistas detenidos y ocho botes neumáticos incautados.
DETIENEN A MÁS DE 300
Más de 300 personas fueron detenidas provisionalmente en varias operaciones de desalojo de los accesos por carretera al balneario de Heiligendamm durante las pasadas noche y madrugada, informó ayer un portavoz policial.
Pese a los distintos operativos policiales, los accesos por tierra al lujoso hotel donde se encuentran reunidos los jefes de Estado continúan bloqueados por centenares de manifestantes, aunque su actitud sigue siendo mayoritariamente pacífica y las protestas se desarrollan en un ambiente festivo.
“Sólo desalojamos las carreteras cuando necesitan circular por ellas nuestros vehículos, otros transportes o ambulancias”, explicó un portavoz policial, que cuenta con nuevas acciones de distracción por parte de los manifestantes, como las que ayer facilitaron la llegada de miles de activistas hasta la valla de seguridad del balneario sin que los agentes pudiesen impedirlo.
Insistió en que la Policía apuesta por una estrategia de calma y evitar cualquier escalada innecesaria de la violencia, para sólo usar la fuerza en caso que los manifestantes abandonen su postura pacífica o surjan entre ellos activistas encapuchados y agresivos del llamado “bloque negro”.
Hasta el momento, el único incidente de la jornada se produjo en el centro del perímetro de seguridad, a la altura de la pequeña población de Bollhagen, donde varias decenas de manifestantes trataron de saltar la valla y fueron rechazados con cañones de agua hasta que depusieron su actitud.
Hoy levantarán los bloqueos
Los antiglobalización anunciaron ayer que hoy por la mañana levantarán los bloqueos que mantienen en torno a Heiligendamm, donde se celebró la cumbre del G8.
Según un portavoz, la hora exacta todavía no está acordada, pero muchos activistas quieren participar en el acto final de los antiglobalización en el puerto de Rostock con lo que abandonarán las acciones de bloqueo.
En todo caso, no se pretende dificultar la partida de las delegaciones de los ocho países durante la tarde de hoy.
“Ya logramos ayer nuestro gran éxito político”, dijo el mismo portavoz.
