La justicia francesa amplió ayer, a presuntos hechos de “estafa”, su investigación de la ONG Arca de Zoé de la que seis de sus miembros están detenidos e inculpados en Chad por intentar llevarse a Francia a 103 niños de la región.
La investigación judicial se abrió el 24 de octubre por “ejercicio ilegal” de intermediación con fines de adopción, antes de ampliarse unos días después a “la ayuda directa o indirecta a la entrada irregular de extranjeros” en Francia, con el agravante de que se alejaba a menores de su entorno familiar o natural.
Este delito es castigable con hasta 10 años de prisión y 750 mil euros de multa.
La extensión ahora al presunto delito de “estafa”, punible con cinco años de prisión y una multa de 375 mil euros, se debe a las denuncias cursadas por varias de las familias que habían pagado para acoger a alguno de los niños que el Arca de Zoé intentó embarcar desde Chad hacia Francia el pasado 25 de octubre.
Entre ellas una familia del sur que dice que pagó 2 mil 400 euros y fue informada en el último momento de que no figuraba en la lista de familias seleccionadas para recibir a un niño.
Los abogados de los seis miembros del Arca de Zoé detenidos en Yamena, incluido su presidente Eric Breteau, pidieron ayer a la justicia chadiana que recalifique las inculpaciones de secuestro de menores y estafa, formuladas contra sus clientes y punibles con hasta 20 años de trabajos forzados.
Los letrados también pidieron la libertad provisional para sus defendidos.