Investigan a fondo la probable responsabilidad del personal femenino del área de Seguridad y Custodia del Centro de Readaptación Social (Cereso) y del médico de esa institución, en el caso de una agresión física y sexual que sufrió la señora Guadalupe Banderas Ortegas, esposa de una persona internada en dicho reclusorio, informó el titular del penal, Noel Díaz Rodríguez, quien añadió que sí se han detectado casos similares y se ha actuado en consecuencia pues asegura que el objetivo principal es dar buena atención y respeto a los visitantes.
Ayer, El Siglo de Durango informó sobre el señalamiento que hizo la señora Guadalupe Banderas, quien dijo que tres custodias, entre ellas Teresa Muñoz y otra de nombre Alba, la ultrajaron y una de ellas le dio una bofetada, para posteriormente llevarla al doctor para que la revisara ginecológicamente porque presumían que llevaba droga oculta.
A la llegada con el galeno, éste le metió toda la mano, hasta la altura de las muñecas, en su vagina y posteriormente con el mismo guante la introdujo en el recto, agregando que inclusive una enfermera le dijo que estaba cometiendo un abuso.
Esta situación le provocó a la denunciante, quien interpuso una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), una fuerte infección por lo que pidió el apoyo al titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado para que tome cartas en el asunto.
Díaz Rodríguez añadió que toda persona que entra el penal debe ser revisada y si existe una sospecha de que pueda traer droga se le hace una inspección minuciosa por parte del personal médico, pero todo con el consentimiento del visitante y con el debido respeto.
Por último, recalcó que de encontrarse culpabilidad en los implicados en el caso de la denuncia pública que interpuso al señora Banderas Ortega, se actuará de acuerdo con el grado de responsabilidad.