A raíz del mensaje “la palabra se cumple y se respeta (la prueba)” escrito en una especia de cartulina encontrada encima del cadáver encobijado de quien fuera agente de la extinta Policía Judicial de Estado hace más de diez años y que fuera localizado con huellas de tortura el pasado lunes en el camino a Garabitos, las líneas de investigación están tomando curso en torno a las personas con las que se relacionaba el hoy occiso, según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado, agregando que 24 horas antes del hallazgo se recibió el reporte de que lo habían “levantado” en las inmediaciones de la Preparatoria Diurna.
Después de que el director de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), Edilberto Acuña Díaz, informó que René Hernández Villa, quien fue encontrado sin vida envuelto en un sarape con la cara cubierta con cinta canela y encima una cartulina con el mensaje“La palabra se cumple y se respeta (la prueba)”, tras haber sido asesinado por asfixia al ser ahorcado con un especie de torniquete, comentó que el ex agente de la Procuraduría tenía antecedentes penales y que quizá a raíz de los actos ilícitos cometidos se habría suscitado la ejecución.
Se conoció que Hernández Villa había sido internado en el Centro de Readaptación Social (Cereso) por el delito de homicidio en 1994, y arraigado por el ilícito de secuestro de donde escapó sin que se hubiera detenido más tarde.
Por su parte, en la Dirección de Averiguaciones Previas (DAP) se reveló que aunque no hay una denuncia formal se supo que el hoy occiso, que por algún tiempo trabajó como escolta del Grupo Gasolinero Espeleta, fue “levantado” por un grupo de individuos un día antes, de las inmediaciones de la escuela Preparatoria Diurna, quedando como testimonio en el lugar de los hechos su camioneta que conducía, marca Ford, tipo Lobo, cabina y media, color guinda.
Por último, se supo que Hernández Villa, a quien se le relacionó con delitos contra la salud, era propietario de un negocio de carnitas de puerco denominado Villa Viejo, que se ubica en la entrada al poblado El Nayar, por la carretera a El Pueblito.
“Se hizo bolas” Acuña Díaz
Sin poder dar a conocer una respuesta precisa en torno a la ola de violencia que se ha generado en los últimos días en la entidad, Edilberto Acuña Díaz, titular de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), primero culpó a los policías municipales diciendo que ellos también tienen responsabilidad de combatir los crímenes; después comentó que su corporación no está para prevenir; posteriormente corrigió y dijo que sí coadyuva a la prevención; y al final también se contradijo al asegurar que el trabajo del grupo de la UCCO (Unidad Contra el Crimen Organizado) no era de reacción en casos de ilícitos realizados por la delincuencia organizada y para cerrar el acto, cuando ya no se le ocurrió nada qué contestar a la pregunta del reportero, se introdujo a su oficina y dejó parado al periodista en el pasillo.
La mañana de ayer, el reportero de El Siglo de Durango le solicitó una entrevista a Edilberto Acuña, quien se encontraba en la puerta de su oficina y aceptó diciendo “vamos aquí a la oficina de Comunicación Social” al cuestionarlos sobre la nota que publicó este medio de comunicación en torno a que existen 27 reporte de “levantones” en los últimos dos meses y medio, dijo que la cifra no era real, pues confundió la palabra reportes con denuncias, aclarándole el reportero que a él no le constaba si había denuncias, pero en cuanto a reportes si tenía la información precisa tanto de su misma corporación como de otras corporaciones policiacas.
Después dijo que la DEI no está para prevenir, que le preguntara a la Policía Preventiva, que ellos sólo están para investigar; posteriormente recapacitó y dijo que sí, que una de sus facultadas es la de coadyuvar a la prevención, y en eso contestó una llamada telefónica que duró aproximadamente 30 segundos y después se metió a su oficina sin terminar con la entrevista y ya no salió.