PARÍS, FRANCIA.- La Organización Mundial de Comercio (OMC) aprobó iniciar una investigación formal contra China para esclarecer las quejas de Estados Unidos sobre su supuesta violación a las leyes de propiedad intelectual y promoción de la “piratería”.
La investigación fue aprobada en Ginebra por el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC, tras las quejas presentadas en el último año por Estados Unidos referentes a que China es un ‘refugio seguro’ para la falsificación de productos de marcas de prestigio.
Washington afirma que la falta de un verdadero compromiso de Beijing de hacer cumplir las leyes de protección de derechos de autor ha costado pérdidas millonarias a empresas estadunidenses, en particular de software, ropa, producciones musicales y libros.
De acuerdo con la resolución del OSD, el caso será examinado por una comisión especial, que se encargará de recabar información que pudiera comprobar la denuncia de Estados Unidos, según los reportes conocidos en esta capital.
La comisión, que según fuentes cercanas al OSD estará integrada por representantes de Argentina, Japón, México y la Unión Europea (UE), también verificará las medidas que el Gobierno chino ha adoptado sobre la protección de las leyes de derechos de autor.
Su actuación estará limitada a examinar si el gigante asiático ha adoptado las medidas suficientes para combatir la “piratería”, y sólo tendrá la facultad de autorizar sanciones económicas contra China si se comprueba alguna falta grave.
Pese a que el Gobierno chino afirma que ha mejorado sus leyes en favor de los derechos de autor y contra la falsificación de productos estadounidenses originales, Washington asegura que su comercio ilegal le afecta noblemente.
El año pasado, el déficit comercial estadounidense alcanzó 765 mil 300 millones de dólares, mientras que el chino llegó a 232 mil 500 millones de dólares, según cifras oficiales.
El fallo del OSD fue alcanzado tras las denuncias presentadas por Estados Unidos contra China en abril y agosto pasados, las cuales habían sido revocadas por Beijing conforme a las leyes de libre comercio fijadas por la OMS.
El Gobierno estadounidense ha presentado además otras quejas contra China, por lo que califica una competencia comercial desleal, entre ellas una denuncia por el supuesto otorgamiento de subsidios estatales a su industria.