El Siglo de Torreón
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), anunció que esta semana iniciará una investigación sobre el supuesto caso de tortura en que están involucrados agentes de la Policía Ministerial asignados a Torreón, en perjuicio de un presunto homicida que se encuentra bajo arraigo.
Por su parte, la delegación Laguna de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que notificó a la Dirección General de Responsabilidad de Funcionarios Públicos sobre los señalamientos de tortura de Nelson Aníbal Hernández Carmona, para que se actúe contra quien resulte responsable.
El presidente de la CDHEC, Luis Fernando García Rodríguez, dijo que se radicó la denuncia de Nelson Aníbal, a quien la PGJE ubica como el asesino de la joven Adela Jazmín Solís, desaparecida el dos de junio de 2005.
Alfredo Hoyos Bañuelos, delegado de la PGJE, informó que están en espera de los resultados de distintas pruebas periciales para establecer si son humanos o no, los restos óseos encontrados en una finca de la Nazario Ortiz, el pasado viernes 23 de febrero.
El delegado reconoce que la confirmación de los restos óseos es fundamental en el caso, ya que hasta el momento sólo se tiene la confesión del implicado y como autoridad, tienen que actuar de buena fe y agotar las investigaciones para lograr la verdad.
Luis Fernando García señala que Nelson Aníbal se quejó de haber sido torturado por agentes de la Policía Ministerial para reconocer ante el Ministerio Público el asesinato de la mujer.
Extraoficialmente se dio a conocer que las primeras pesquisas fueron ordenadas por Gerardo Valdés Segura, comisionado a la investigación de la desaparición de Adela Jazmín y titular de la Dirección para la Investigación del Secuestro y el Crimen Organizado con sede en Saltillo.
En su queja, el joven arraigado denunció haber sido sujeto a prácticas de tormento empleadas históricamente por los cuerpos policiacos en México, como la colocación de una bolsa de plástico en la cabeza, lo cual lo llevó hasta el punto de la asfixia.
De resultar cierta su queja, los policías ministeriales también le habrían atado las manos por la espalda, al tiempo en que lo golpeaban en el abdomen mientras le inducían agua mineral por la nariz.
Dijo que las oficinas de la Comisión en la Comarca Lagunera iniciarán las investigaciones del caso el jueves de esta misma semana, toda vez que todo el personal acudió a la capital para estar presente en su informe.
García Rodríguez informó que en el último año se han presentado dos quejas en contra de elementos de la Policía Ministerial por actos de tortura en los que habrían participado.
