El primer ministro iraquí Nouri Al-maliki durante una conferencia de prensa en Bagdad, Irak. (EFE)
El gobierno iraquí dirigido por el chií Nuri al Maliki ratificó hoy una controvertida ley sobre el petróleo que enviará al Parlamento para su aprobación final, informó la televisión oficial iraquí.
"La ley ha sido aprobada después de que el gobierno introdujera las enmiendas necesarias", dijo el portavoz del ejecutivo iraquí Ali Dabbagh al canal de televisión.
La fuente no aportó más detalles sobre el tipo de modificaciones realizadas en el borrador que ha sido contundentemente rechazado por los diputados suníes.
Estos últimos aseguran que la ley es el primer paso para la partición de Irak y que dejará el país en manos de las compañías extranjeras.
El mes pasado, funcionarios del Ministerio de Petróleo iraquí dijeron que se había alcanzado un acuerdo entre el gobierno central y funcionarios de la región autónoma del Kurdistán iraquí, una de las principales zonas petroleras del país, sobre los "temas pendientes de la ley".
La nueva ley permite que operadores locales y extranjeros de capital privado construyan y exploten instalación de plantas de extracción y refinerías durante 50 años.
Después de este periodo, las instalaciones deberán ser transferidas al gobierno iraquí.
Según la ley, el reparto de los beneficios del petróleo se hará entre las 18 provincias iraquíes en función de su población.