El tenor italiano Luciano Pavarotti, fallecido a los 71 años, recibió un primer homenaje de miles de ciudadanos que accedieron a la capilla ardiente, instalada en la catedral de su ciudad natal de Módena.
La muerte de Luciano Pavarotti se deja sentir con pesar en el mundo entero
MÓDENA, ITALIA.- Silencio e incredulidad reinaban el jueves en Módena. La ciudad natal del tenor Luciano Pavarotti en el norte de Italia, acogió la noticia de la muerte del cantante según su estilo: educado, elegante y sin ruido.
Durante toda la tarde se realizaron los preparativos para la organización de la capilla ardiente en el Duomo de la ciudad. La capilla fue abierta al público, para que todos los ciudadanos se pudieran despedir de su compatriota más famoso. Los funerales de Estado se celebrarán el sábado en este mismo lugar.
El féretro con el cadáver de Pavarotti, vestido como en una de sus grandes actuaciones, quedó instalado al pie del altar de la catedral de su ciudad natal, Módena, en el norte de Italia.
Los modeneses fueron sorprendidos ayer por la mañana, como todo el resto del mundo, por la triste noticia de que él que está considerado el tenor más significativo del Siglo XX había fallecido en su casa, rodeado por sus familiares tras una larga agonía.
Todo el mundo sabía que Pavarotti padecía un cáncer al páncreas y que sus condiciones habían ido empeorando rápidamente en el último mes. Todos habían seguido, conmocionados, la noticia de su recovero el pasado ocho de agosto y, aliviados, la de su dimisión el día 25 del mismo mes.
Sin embargo, “ya lo sé, es tonto, pero nunca te resignas a que pueda morir una persona tan grande”, aseguró Monica Miccoleri, estudiante de letras de 25 años, mientras ataba su bicicleta frente a la Catedral, “leí la noticia en Internet esta mañana y me reacción fue de sorpresa, aunque sabía muy bien que estaba enfermo”, dijo.
Cientos de ciudadanos pasaron la noche ante el ataúd del maestro, de madera en color claro y abierto, pero cubierto con un ligero y transparente tejido en tono burdeos.
Los restos mortales de Pavarotti están amortajados con un esmoquin negro y una pajarita blanca, y entre las manos lleva un rosario y un pañuelo blanco, igual al que el tenor sacaba en muchos de sus conciertos para enjugarse el sudor mientras cantaba.
El féretro se ha depositado ante el altar de la Catedral, junto a un gran cirio y con un centro de flores a cada lado, mientras en el suelo, junto a la cabecera, hay un ramo de rosas de color rosa.
En la puerta lateral de la fachada, por la que se accede a la capilla ardiente, así como en la salida se han instalado pequeñas mesas con una fotografía de Pavarotti, en un marco de madera decapada, junto a una hojas donde los ciudadanos que lo desean pueden dejar su firma.
Muchos ciudadanos recibieron un recordatorio, con una foto en blanco y negro de Pavarotti, sus fechas de nacimiento y muerte, 12 de octubre 1935 - 6 de septiembre 2007, además de una estrofa de Sobre las Alas de un Águila, uno de los cantos que se entona durante la misa.
Los ciudadanos, en su mayoría de Módena, esperaron unos 40 minutos para poder acceder al interior de la Catedral y, en riguroso silencio pasaron ante el féretro, momento en el muchos se santiguaban. Algunas personas se paraban un breve instante ante el ataúd, momento en el que a una mujer se le escaparon algunas lágrimas. Durante la larga espera algunas personas encontraban conocidos en la fila, mientras otras entablaban breves conversaciones sobre el tenor y su vida.
Una mujer recordaba a otra que ella, “realmente” había llorado en 2003, durante el parto prematuro en el que murió Ricardo, uno de los hijos gemelos que el tenor esperaba de su mujer, Nicoletta Mantovani, del que nació la pequeña Alice, de cuatro años.
La capilla ardiente cerró sus puertas hasta las 00:00 hora local del viernes (22.00 GMT), y volverá a abrir al público de 04.00 a 22.00 GMT y el sábado hasta las 13.00 GMT, mientras los funerales se celebrarán en la misma catedral a las 15.00 GMT.
En su web en Internet apareció una declaración del tenor que lo representa muy bien: “creo que una vida para la música es una existencia gastada maravillosamente”. Hace algunos días escribió en la misma web una suerte de testamento espiritual en el que pedía al publico “espero ser recordado como un cantante de opera, es decir un representante de una forma de arte que encontró su máxima expresión en mi país, y espero además que el amor para la opera siga siendo de importancia central en mi vida”
“Se que disfrutaba mucho de las amistades. Le gustaba la vida, la buena compañía y la buena comida, tal como a todos nosotros”, dijo Armando Albertini, un chico de 33 años de traje azul y tono de voz bajísimo, mientras entraba en su casa cerca de la plaza grande, “seguramente fue un ejemplo, para nuestra ciudad, desde el punto de vista del carácter por sus logros profesionales”, concluyó.
“Es un desplacer enorme para todos nosotros”, aseguraron en perfecto italiano Alina y Maria, dos hermanas ucranianas que viven en Módena desde hace diez años, “se le veía muy a menudo por la ciudad, cada año habían conciertos suyos en la plaza del mercado”, recordaron al mismo tiempo.
En el curso de la tarde el cielo se despejó y un sol caliente abrazó la plaza. Los mármoles del Duomo, en estilo románico y patrimonio de la UNESCO, se hicieron rosas bajo la luz. Sin embargo, la tranquilidad fue interrumpida por la llegada de los equipos de televisión italianos e internacionales, con furgonetas, cámaras, reflectores y todo tipo de ruidos. Muchas personas empezaron a concentrarse frente a la entrada del Duomo para esperar la llegada de la salma. La atmósfera se hizo algo rara. “No voy a ir a la capilla ardiente”, comentó Luigi Savona, de 42 años, mientras observaba la instalación de una antena de televisión en la plaza, “prefiero acordarme de Pavarotti, como lo vi en su concierto en el Parco Novisad de Modena hace algunos años”, concluyó.
Estuvo muy sereno e intentó luchar
El tenor italiano Luciano Pavarotti, muerto por un cáncer, estuvo siempre “muy sereno”, consciente de la situación e intentando luchar contra la enfermedad, señaló hoy el médico oncólogo Antonio Frassoldati, que le atendió durante los últimos días en su domicilio de Módena (norte de Italia).
Frassoldati, entrevistado por el canal de televisión Sky TG24, indicó que Pavarotti fue siempre “muy consciente de la situación, siempre intentando combatir esta enfermedad”.
Pavarotti, que fue operado de un tumor de páncreas en julio de 2006 en Nueva York, estuvo “muy presente y consciente de lo que sucedía, pero muy sereno”, aseguró el facultativo del hospital Policlínico de Módena.
El tenor estuvo “rodeado de todos sus familiares, que le han seguido con mucha atención hasta el final”, en especial su mujer Nicoletta y sus hijas, que “han estado siempre muy cercanas”.
El médico dijo que lo que más le había impresionado del tenor había sido “su carácter, su deseo de vivir, de estar siempre presente en todas las decisiones”.
Aumenta su popularidad
La respuesta de los internautas españoles a la muerte de Luciano Pavarotti ha sido inmediata, y hoy mismo han situado con sus compras dos discos del tenor italiano entre los veinte más vendidos de la tienda de descargas digitales iTunes.
Pocas horas después de que el cantante de Módena falleciera de un cáncer de páncreas, su disco The essential Pavarotti: A Selection of his Greatest Recordings, aparecía en el puesto número 11 de la clasificación de álbumes de iTunes España.
The essential Pavarotti es una recopilación de dieciocho temas que fue publicado por primera vez en 1990.
Entre los veinte primeros lugares de la clasificación de la popular tienda del grupo Apple figura además “Luciano Pavarotti: The best”, una selección de 36 temas editada hace dos años.
