?La coherencia es una virtud de las mentes pequeñas?. Anónimo
La decisión que el Consejo Político Nacional del PRD tomó este fin de semana pasado en Mérida tiene su lógica. Si un partido político va a representar realmente una determinada ideología, resulta muy difícil aceptar candidatos -por muy populares que sean- que no representen realmente esta ideología. Y Ana Rosa Payán dista de encarnar una visión de país compatible con la que defiende el PRD.
Es verdad que hemos visto a lo largo de los años muchos cambios de ideología de nuestros políticos. Bernardo Bátiz pasó del PAN al PRD y hoy, de hecho, cuestiona a quienes defienden supuestas ideas de derecha; Jesús González Schmall ha navegado del PAN al PRD y de ahí a Convergencia; Ricardo Monreal, un priista radicalmente antiperredista, es hoy un perredista radicalmente antipriista; Florencio Salazar transitó del PRI al PAN sin ningún problema; y José Guadarrama y Arturo Núñez, los dos baluartes del viejo priismo, son hoy orgullosamente perredistas. La lista es tan grande que no asombran ya estos cambios de bandera.
Pero a pesar de que los saltos de un partido a otro se han vuelto habituales, el PRD tiene razón, desde un punto de vista cuando menos, al rechazar la posibilidad de postular a Ana Rosa Payán, la ex panista y ex alcaldesa de Mérida, como candidata del partido al Gobierno de Yucatán. Lo que debería sorprender es que los jerarcas del PRD hayan buscado originalmente la candidatura de Payán.
El cambio de posición de los perredistas ha sido rápido y contundente. Guadalupe Acosta, secretario general del partido, afirma que esta contundencia fue producto directo de un cambio de ánimo de Andrés Manuel López Obrador, quien tras apoyar la candidatura de la ex panista se sintió ofendido por algunas declaraciones críticas que ella supuestamente expresó del ex candidato presidencial del PRD.
Sin embargo, Leonel Cota, quien se ha convertido en el único vocero oficial del partido, ha desmentido públicamente a Acosta y ha dicho que no fue López Obrador quien cambió de parecer. Según el presidente del PRD, el partido en su conjunto optó por darle la espalda a la posible candidata debido no a una sino a una serie de declaraciones que ésta hizo. Cota cita en particular algunas expresiones en las que Payán habría reconocido que Felipe Calderón es el presidente legítimo de México, lo cual rompería con el dogma del PRD en el sentido de que la elección presidencial de 2006 fue un gran fraude.
El sudcaliforniano subraya el hecho de que, cuando llegó el momento de tomar la decisión en la reunión del Consejo Político que se llevaba a cabo en Yucatán, todos los consejeros votaron en contra de la postulación de Ana Rosa. Una decisión unánime es ciertamente difícil de conseguir en cualquier partido político.
Pero si bien el PRD ha sido consistente con su ideología, no lo ha sido con sus propias posiciones recientes. Para nadie eran un misterio las diferencias entre Payán y el PRD. Era de esperarse que en sus declaraciones a los medios de comunicación la ex alcaldesa haya mantenido los puntos de vista que ha expresado a lo largo de años de carrera política. Si estas posiciones son ideológicamente inaceptables para el PRD, entonces la yucateca nunca debió ser considerada como posible candidata del partido del Sol Azteca.
El PRD actuó de forma incorrecta cuando le abrió la puerta a Payán para una candidatura para la cual sólo se le puso como condición que no aceptara una postulación del Partido Nueva Alianza de Elba Esther Gordillo. Una vez que la yucateca rechazó la posibilidad de una candidatura del Panal, el PRD cambió las reglas del juego y se dio cuenta que, de cualquier manera, no la quería como candidata. Esta volubilidad no genera confianza en que los perredistas puedan sostener su palabra en otros tipos de acuerdos.
Por otra parte, el mismo PRD debe decidir qué tan estricto va a ser en el futuro con la aplicación del dogma de la ilegitimidad de Felipe. Después de todo, Juan Sabines ha reconocido abiertamente el triunfo de Calderón el pasado dos de julio y eso no ha hecho que el PRD, que lo postuló como candidato al Gobierno de Chiapas, rompa con él. De la misma manera, si bien gobernadores como Lázaro Cárdenas Batel de Michoacán, Amalia García de Zacatecas y Zeferino Torreblanca de Guerrero no han reconocido públicamente la legitimidad de la elección presidencial del dos de julio, no han tenido tampoco ningún problema en trabajar con el Gobierno Federal o en reunirse con el presidente Calderón. El único ?gobernador? que se mantiene fiel al dogma es Marcelo Ebrard del DF., quien en buena medida le debe su cargo a López Obrador.
La decisión del PRD de no postular a Payán al Gobierno de Yucatán se antoja como algo natural, pero eso no la hace coherente. De hecho, levanta tantas dudas para el futuro del PRD como las que resuelve.
SIGILO ROTO
Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal, afirmó ayer en una entrevista con Carlos Loret de Mola de Televisa que el presidente municipal de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, está siendo investigado por presuntos vínculos con el narcotráfico. Si esto es verdad, García Luna está violando el sigilo de la averiguación. En nuestro país los juicios deben ser públicos pero las averiguaciones privadas. Esto es así para evitar informar por adelantado a un investigado y así facilitar su fuga, pero también para evitar manchar el nombre de alguien en tanto no se le consigne con pruebas ante un juez.