Jimulco, a la espera del desarrollo
Jimulco puede producir alrededor de 400 toneladas anuales, pero apenas se aprovecha el 25 por ciento debido a la falta de infraestructura y apoyos económicos que se requieren, además el intermediarismo es un problema muy grave, pues provoca que el costo real del orégano sea más bajo
TORREÓN, COAH.- Jimulco es un lugar paradójico. En este sector de Torreón el orégano se da en forma silvestre y de gran calidad, sin embargo, gran parte de la población vive en la marginación y la pobreza. Durante décadas, esta zona fue olvidada por autoridades municipales y a la fecha, no ha sido explotada correctamente.
Así lo considera Benito Moreno Frayre, secretario de la Asociación Civil de la Sierra y Cañón de Jimulco, quien explicó que hace tres años se inició un proyecto para dar un valor agregado a la hoja de órgano. El programa piloto comenzó en Barreal de Guadalupe, uno de los ocho ejidos que integran Jimulco.
“Sólo llueve y sale, es una zona rica en orégano”, comenta.
Según los estudios que se han realizado en el sector, Jimulco puede producir alrededor de 400 toneladas anuales, pero apenas se aprovecha el 25 por ciento debido a la falta de infraestructura y apoyos económicos que se requieren.
Al llegar a Barreal de Guadalupe, lo primero que llama la atención es el olor a orégano: las casas, las calles, los niños, todo huele a orégano. Este ejido tiene capacidad para producir más de 60 toneladas de orégano por año, esto sin afectar la sustentabilidad de la zona. Además, se trata de orégano de calidad internacional, al nivel del de Turquía, principal productor de este ingrediente en el mundo. En 2004, el ejido obtuvo la certificación orgánica de sus componentes: 72 por ciento es carvacrol y 28 por ciento timol.
Barreal recibió apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) por 2.8 millones de pesos para una planta de extracción de aceite, que produciría 12 litros diarios, equipo de cómputo y un laboratorio y los ejidatarios esperan 280 mil pesos más para la construcción de bodegas. Con 25 a 30 kilos de orégano se produce un litro de aceite, cuyo precio en el mercado nacional e internacional oscila entre los 100 hasta los 500 dólares según la demanda, pero los ejidatarios no tienen tan altas expectativas.
“Le estamos tirando a conseguir 600 a 900 pesos por litro”, dice Aurelio Cortinas García, presidente de la Sociedad de Producción Rural -que integra a 25 socios- y comisariado ejidal de Barreal de Guadalupe, “así ganaríamos utilidad, habría empleo para las personas que aquí se ocupan”.
Los ejidatarios del Barreal esperaban colocar dos mil toneladas anuales de hoja y aceite de orégano en el mercado internacional y con bombo y platillo se anunciaron contratos con Herbalife y con la empresa canadiense de cosméticos Air Direct Fresh Products, cuyos precios superaban los cinco pesos por kilo que ofrecían los ‘coyotes’. El intermediarismo es un problema muy grave en Jimulco, pues provoca que el costo real del orégano sea más bajo.
Pero la exportación no llegó, Barreal de Guadalupe ni siquiera cuenta con los permisos para ello y su presentación del aceite es muy rústica, sin etiqueta. Los ejidatarios están conscientes de que no pueden hacerlo solos y buscaron ayuda para la comercialización del orégano, firmaron un convenio con una empresa de Torreón, Cuatro R, que se ofreció para acomodar el producto en el mercado, pero no cumplió.
“No se ha concretado nada, no tenemos mercado estable para el aceite de orégano, todo se ha quedado en trámite, sabemos que hay un mercado donde se podría vender a buen precio, en la industria de Estados Unidos por ejemplo, pero no sabemos cómo llegar”, expone.
La planta de extracción de aceite se encuentra a la entrada de Barreal de Guadalupe, junto a la carretera que construye el Gobierno Estatal desde el tres de marzo y que todavía es un camino de terracería, pues aunque se anunció que estaría lista en cuatro meses, hay muy pocos hombres trabajando y las máquinas no avanzan al paso que los ejidatarios quisieran.
Como en el Barreal sólo hay una escuela primaria, los adolescentes desde que inician la secundaria deben trasladarse al ejido La Flor para recibir sus clases, así que siempre hay jóvenes que esperan afuera de la comunidad por un ‘aventón’. Los pobladores calculan que será hasta febrero del próximo año cuando puedan circular por la carretera sin terminar cubiertos de polvo y esquivando piedras que puedan ponchar las llantas de los vehículos.
Aurelio Cortinas recuerda que la planta de extracción de aceite se inauguró entre grandes sueños pero en menos de un año hubo que dejarla inactiva. Dice que al inicio, la Sagarpa no les ofreció ningún tipo de orientación como usuarios sobre su funcionamiento, por lo que tuvieron que realizar análisis por su cuenta.
La planta luce abandonada. Sus puertas están cerradas con cadenas y candados y en el interior, se observan montones de bultos repletos de orégano que aguardan para ser transformados en aceite, pero esto no se llevará a cabo hasta que los ejidatarios encuentren una empresa seria que les ayude con la comercialización del producto.
“Son cinco toneladas”, dice el comisariado ejidal mientras señala los bultos, “lo tenemos almacenado para en caso de lograr algún pedido; la hoja de orégano la pagan muy barata, el aceite tiene un precio mejor”.
El aceite se obtiene mediante la destilación de la hoja, luego se separa el vapor del agua. En total, el procedimiento es de unas tres horas.
Los ‘coyotes’ pagan entre cuatro y seis pesos por kilo pero los ejidatarios han logrado emparejar el precio en 8.50 pesos bajo un esquema de apoyo del Ayuntamiento de Torreón, que aportó 100 mil pesos para una ‘autocompra’ de los ejidatarios.
Julián Jaime Gómez, director de Fomento Económico Municipal, explica que el proyecto consiste en evitar que los ejidatarios malvendan el orégano que cosechan. Se trata de un fondo revolvente porque reinvierten el recurso en las compras siguientes y existe el compromiso de que el apoyo regrese a la Administración una vez que se estabilice la temporada de cosecha a una de siembra.
“Hace falta el comprador, el orégano ahí está pero hasta que no exista ese cliente potencial, no hemos visto alguna otra salida que no sea la que hicimos, apoyamos a petición expresa de los ejidatarios para generar empleo y mantenerlo, pero la visión, la estrategia al final del día es ¿quién compra el orégano? ¿bajo qué términos? Ahí tenemos que llegar”, explica el funcionario.
Este año, los ‘coyotes’ se llevaron 40 de las 60 toneladas que produjo el Barreal de Guadalupe. El comisariado ejidal explica que revenden el producto principalmente a San Luis Potosí, Lerdo, Monterrey, para la preparación de concentrados y fertilizantes.
“Lo mezclan con el orégano que producen ellos, que es de menor calidad, muchos no tienen siquiera ya esencia y al mezclarlo con el de aquí, mejora su calidad”, explica.
Julián Jaime dice que se busca un comprador formal serio que pueda ser el contacto entre el ejido y las empresas internacionales. El Municipio recomendó la constitución de una asamblea como figura jurídica que pueda representar al ejido en actas legales y los pobladores conformaron la Sociedad que preside Aurelio Cortinas.
Arturo Orona Pereyra, director de la Reserva de la Sierra y Cañón de Jimulco, considera que, de consolidarse este proyecto, sería una gran oportunidad para elevar el nivel de vida de los habitantes de este sector, porque en toda la zona el orégano abunda de manera silvestre y con el manejo adecuado de recolección, garantiza que cada año lo tengan a la mano.
“Hay una gran cantidad de recursos en Jimulco que pueden aprovecharse de manera sustentable, sin perjudicar ni desbalancear la reserva”, comenta, “por desgracia, el problema que han encontrado los ejidatarios es en la comercialización”.
Pese a todo, los ejidatarios de Barreal de Guadalupe se consideran afortunados. Durante décadas fueron olvidados por las autoridades pero desde 2005 su suerte parece próxima a cambiar, con la respuesta de los tres niveles de Gobierno: la Federación les construyó una planta de extracción de aceite; el Estado construye la carretera; y el Municipio les otorgó un fondo revolvente para ‘autocomprarse’ el orégano.
“Ya no pedimos nada (a las autoridades), la planta está para trabajar, sólo queremos comercializar nuestro producto, que es muy bueno, estamos seguros de ello, sólo falta quién lo compre”, comenta Aurelio Cortinas.
“En muchas ocasiones hemos visto obras que se quedan abandonadas y no queremos que esto suceda, la planta es un gran avance, tenemos el mejor aceite de la República Mexicana, vamos a seguir insistiendo hasta que logremos la exportación, para que el resto del mundo conozca la calidad de Jimulco”.
Buen producto
El orégano de Jimulco, al ser silvestre, garantiza estar libre de fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas y fungicidas que contaminan cosechas convencionales.
■ Se trata de una planta perenne que crece como un pequeño arbusto de entre 80 y 100 centímetros.
■ El carvacrol, principal componente del orégano en este sector, tiene propiedades antisépticas y virales.
■ En cantidades mínimas, el aceite orgánico de orégano silvestre puede ser usado interna y externamente para combatir molestias de pulmón y tos.
■ Ha sido probado en estudios europeos como un importante estimulante del sistema inmunológico.
■ Tiene acción anti inflamatoria y anestésica si es aplicado externamente.
■ El aceite de orégano contiene un potente agente fungicida que elimina el hongo candiasis de manera efectiva. También los hongos en las uñas y el pie de atleta.
■ Es un antioxidante, antiparasitario y desinfectante para quemaduras y heridas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón