EL SIGLO DE TORREÓN
En este mes del amor, qué mejor que conocer una historia que comenzó como un simple sueño platónico y que está a punto de convertirse en una hermosa realidad... el amor de Jorge Zermeño y Astrid Casale.
Desde que ella lo vio, en tiempos en que él era alcalde de Torreón, se convirtió en su amor platónico. Nunca se imaginó que algún día Jorge volteara a verla más allá de su papel como reportera.
Y así fue, un buen día él se enteró que Astrid lo llamaba ?mi novio? y entonces ella, que tampoco le era del todo indiferente, empezó a atraerle cada vez más. Comenzaron a salir y este próximo viernes nueve de febrero unirán sus vidas en matrimonio.
?Estamos muy felices y ambos participamos en la organización de la boda, por ejemplo él le ha puesto mucho amor a todos los detalles, se encargó de buscar el salón, los vinos y escoger las invitaciones; mientras que yo de lo demás, como la decoración del lugar, entre otras cosas, pero lo más encantador ha sido que entre los dos seleccionamos el vestido de novia?.
Contraerán nupcias en el marco de una ceremonia civil, en la que estarán acompañados de familiares, amigos cercanos y políticos que llegarán de la capital del país, donde Zermeño se desempeña como presidente de la Cámara de Diputados.
Ambos viven sumidos en la alegría de lo que será su unión matrimonial, como todos los novios están colmados de ilusiones, entre las que se halla agrandar la familia con uno o dos hijos más, además de los que él ya tiene fruto de su primer matrimonio y de la pequeña Nayla Camila, hijita de Astrid y otro de sus grandes amores.
Jorge y Astrid están convencidos de que están bendecidos por la vida y desean pasar el resto de sus vidas juntos. En esta historia, sí que ganó el amor...