Una tunecina de 37 años será juzgada en Cremona, norte de Italia, por llevar en lugares públicos el "niqab", el velo islámico que sólo deja ver los ojos, informó la prensa nacional.
El juicio, que comenzará el 30 de enero de 2008, es el primero que se realizará en el país por una violación de la ley 152 sobre seguridad, que prohíbe el uso de ropa que impida el reconocimiento en lugares públicos.
Monia Mzoughi fue denunciada por primera vez el 21 de septiembre de 2005 por acompañar a su hija a la guardería llevando el "niqab".
Pero el envío a juicio se determinó después de una segunda denuncia, cuando Mzoughi se presentó también con el rostro tapado a una audiencia del tribunal de Cremona que juzgaba a su marido, Mourad Trabelsi, ex imán de la ciudad, quien fue condenado a 10 años de cárcel por terrorismo internacional.
La tunecina explicó en una entrevista en el diario Corriere della Sera que tras ser denunciada ha elegido llevar un velo que deje ver la cara.
"Llevo diez años en Italia y siempre he llevado el 'burka' para acompañar a mis hijos al colegio, pero cuando la policía me pedía que les mostrase la cara para ser identificada siempre lo hice", señaló la acusada.
Mzoughi añadió que nunca había tenido problemas pero que tras las acusaciones a su marido, "el velo, que hasta ahora había causado sólo curiosidad entre los habitantes de Cremona, se convirtió en un caso".
"Para evitar más problemas con la justicia", ahora lleva, "de acuerdo con su marido", un velo que deja descubierta la cara, explicó y añadió que así se presentará al juicio.
El abogado de la mujer, Antonino Rossi, ha explicado que la ley 152 aprobada en 1975 se refiere a casos de desórdenes públicos o manifestaciones y que no hace referencia al velo musulmán.
Aún así, Rossi comentó que Mzoughi no "corre peligro" ya que el caso seguramente será prescrito, y que dejará que su cliente exprese sus razones en el aula del tribunal.
El caso de Mzoughi ha reabierto el debate sobre el uso del velo en lugares públicos y el derecho de las musulmanas a llevar este símbolo de su religión.
Para la ministra italiana de Igualdad de Oportunidades, Barbara Pollastrini, "una seguridad garantizada a todos alarga la libertad de una comunidad, y hay normas que ya existen y tienen que ser respetadas sin relativismos ni diferencias".
Pollastrini explicó que hay que hacer una diferencia entre el "burka" o "niqab" y el velo, que deja la cara al descubierto, y que "las musulmanas pueden absolutamente elegir llevarlo".