Ante la entrada en vigor del TLC, los campesinos deben adoptar un espíritu empresarial, pero bajo una nueva política gubernamental, consideró el diputado Ulises Adame de León.
El Siglo de Durango
El sector agropecuario de Durango y del país continuamente es un tema de discusión, de acuerdo al diputado priista Ulises Adame de León requiere de una nueva política que impulse su productividad y más con la entrada total del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2008.
El también Presidente de la Comisión de Asuntos Agrícolas, Frutícolas y Pecuarios del Congreso del Estado considera que la agricultura no sólo es un negocio, sino la estabilidad social de México, por lo cual requiere una mayor importancia, donde los campesinos tengan un espíritu empresarial.
¿Cuál fue el escenario del sector agropecuario de Durango en este 2007?
No es halagüeño, no por la cantidad de recursos que se invierten, sino por las trabas que se ponen desde las reglas de operación que hacen muy tortuoso el camino al productor en el acceso a recursos.
Muchos de los recursos llegan a quien tiene más porque las reglas exigen una contraparte. Los programas se deben redefinir, porque habrá el dinero del mundo pero para muy pocos, como en Alianza para el Campo. En Procampo hay muchos beneficiarios, pero de a pocos recursos.
¿Cómo cambiar este escenario?
Tiene que haber una nueva política nacional. Hay todavía gente en el Gobierno que piensa que un grupo de campesinos debe salir de la actividad y retomarla de forma empresarial, competir a nivel internacional, pero la mayoría son pequeños y sin posibilidades de salir.
Con el mismo Procampo deben sembrar y sacar su producción, pero luego no llegan a tiempo y cuando sale la cosecha ya la deben.
¿Qué pasa cuando los campesinos utilizan el Procampo para otras cosas?
Siempre lo utilizan para otras cosas, porque cuando les llega el dinero o ya sembró o tiene que pagar deudas, requieren comprar despensa y si tiene mil pesos resuelve lo más urgente. Luego utiliza semilla del año pasado o la que sea y en lugar de un barbecho completo hace mitades, un solo rastreo y luego tiene mala producción.
¿Sería una consecuencia preferir rentar sus tierras?
Rentan sus tierras porque les dan otros mil pesos, y para sembrar tienen que utilizar los mil del Procampo y utilizar otros mil prestados. Sembrar una hectárea de frijol cuesta tres mil pesos, si se les dan mil del Procampo no completa.
Dicen: Cómo voy a perder mi Procampo, mejor rento y lo que primero que pido al que renta déjame el Procampo y dame mil pesos aunque sea. Está totalmente depauperado.
¿Debe haber un cambio de mentalidad en los campesinos?
Debe haber un programa de apoyo, porque el productor puede cambiar de mentalidad pero con qué siembra, no tiene con qué cambiar; sólo dos de cada 100 productores en México tienen tractores, el campesino primero resuelve sus necesidades.
¿Se juzga mal a los productores?
Normalmente juzgamos mal a los campesinos, decimos que son flojos, rentistas, que no merecen la tierra, pero pongámonos en sus zapatos. En México siempre se le echa la culpa al paternalismo, pero este gobierno es el menos paternalista de todos los del continente.
Yo diría que hasta a lo mejor es un mal padre. No hay un solo gobierno en el mundo que no les dé a los campesinos, hay países donde el apoyo es extraordinario como los asiáticos, europeos, que casi se les paga por no sembrar.
Ante la entrada total en vigor del TLC 2008, ¿qué le espera al campo?
Las condiciones son muy duras, pero hay una situación que propicia sostenerse un tiempo, como el precio del maíz a nivel internacional alto para etanol y en el frijol hay buenas condiciones en Durango.
Pero no dejemos de lado que los apoyos que tienen los países de norte son muy grandes; los intereses para el financiamiento son muy diferentes.
El campo mexicano está sumamente en desventaja, se puede competir pero no podemos olvidar que ellos son más productivos que nosotros. Obtenemos 500 kilos por hectárea, ellos hasta dos toneladas. Un sólo productor con su maquinaria de oruga atiende 500 hectáreas, en México una o dos.
Ejercicio de recursos
Según el diagnóstico de Sagarpa y SAGDR para el estado de Durango, en el último año se invierten cerca de tres mil millones de pesos en diversos apoyos y fortalecimiento al campo duranguense.
En el Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura (FIRA) la inversión es de mil 396 millones de pesos; por parte de Financiera Rural 487 millones 590 mil pesos; Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), 633 millones 56 mil; Progan 189 millones 345 mil.
En Diesel Agropecuario ejerce 74 millones 865 mil pesos; el Programa de Maíz y Frijol (Promaf) 16 millones 440 mil; Fomagro seis millones y en Microcuencas un millón 140 mil pesos.
