La mitad de los afectados por este mal, acuden al médico por su repentino aumento de peso.
Es un mal misterioso y capaz de trastocar la vida, provoca sobrepeso exagerado, caída de pelo y resequedad en la piel, entre muchas otras dolencias. La gordura es uno de los efectos nocivos de la enfermedad
¡En verdad ha respetado la dieta y sigue aumentando de peso!
Es el momento para acudir al médico y averiguar si no hay algo mal en el organismo. Si se ganan kilos de manera exagerada hay que prender las luces de alerta, pues esto suele ser un síntoma de hipotiroidismo, un mal derivado de una insuficiente producción de la hormona tiroidea.
Sus víctimas son principalmente mujeres, en una proporción de cinco por cada hombre que la padece.
Primario
Es una amenaza delicada, pues los expertos médicos indican que en la mayoría de estos casos no se puede prevenir, ya que no se conoce qué la causa ni por qué el organismo crea anticuerpos que atacan a la tiroides.
Este mal también es conocido como hipotiroidismo primario, y en ciertos casos es ocasionado por la extirpación de glándula de ese nombre o por una deficiencia de yodo en la dieta. Este elemento se encuentra en pescados y mariscos, en la sal yodada de mesa, y su consumo moderado es sumamente importante.
El endocrinólogo Ernesto Guadarrama Gómez, especialista del IMSS, explica que la glándula tiroidea -localizada en el cuello- es la encargada de producir la hormona, esencial para el funcionamiento de todas las células del organismo, de órganos y tejidos; pues es el motor del metabolismo humano.
Más que peso
La gordura es uno de los efectos nocivos de la enfermedad. Pues, de acuerdo con el especialista, resulta común que a sus víctimas se les caiga el cabello, tengan estreñimiento, piel reseca o sufran depresión y cansancio crónico. La ola de contratiempos no para allí, sino que los pacientes de hipotiroidismo viven con una baja en la frecuencia cardiaca e hinchazón del cuerpo.
Pero es cierto que la mitad de los afectados acuden al médico por su repentino aumento de peso.
Guadarrama Gómez indica que este mal debe ser tratado por un especialista, ya que si no se diagnostica en forma adecuada puede provocar enfermedades graves del corazón, como insuficiencia cardiaca o crecimiento del órgano, o dañar las células cerebrales y producir deficiencia en la memoria y lentitud de pensamiento y de movimiento de manera permanente.
Después de practicarle a la persona afectada un perfil tiroideo, el especialista confirmará si se trata de este mal, que puede atacar a cualquier edad, aunque su mayor incidencia se encuentra entre los 30 y los 45 años, afirma Guadarrama.
Una amenaza más
El especialista dice que hay otro tipo de hipotiroidismo muy frecuente en la mujer, que se presenta después del parto y se detecta porque sin exceso de alimentación no puede controlar o bajar su peso, aún después de nacer el bebé.
El tratamiento, apunta, consiste en administrar la hormona tiroidea por vía oral, a fin de mantener el adecuado funcionamiento del metabolismo del organismo. Y requiere de vigilancia médica de por vida.
