Hay una gran gama para tratar este mal, desde el tradiconal metrotrexate, que es el medicamento idóneo, hasta los complementos como los antiinflamatorios y analgésicos.
Dentro de los 200 tipos de artritis, la reumatoide es una de las más comunes y terribles, tiene predominio en las articulaciones y puede afectar muchas partes del cuerpo hasta dejarlo inmóvil.
En entrevista, Fedra Irazoque, jefa del Servicio de Reumatología del Centro Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE y presidenta del Consejo Mexicano de Reumatología, explicó los pormenores de la enfermedad y los avances en cuanto a tratamientos.
-¿Qué es la artritis reumatoide?
Es una enfermedad cuya causa no se conoce, decimos que es multifactorial porque hay muchos elementos que contribuyen al desarrollo de la misma. Quien la padece tiene mucho dolor, limitación funcional y secuelas que llevan a la discapacidad. Con frecuencia, si no se detiene a tiempo los pacientes tienen que usar sillas de ruedas, prótesis, aparatos de ayuda para realizar sus actividades.
-¿Quién la padece?
Si en la familia hay un miembro que tuvo este tipo de artritis o algún padecimiento reumatológico, es más posible que un descendiente de ellos lo tenga. Algunas infecciones virales se han relacionado con su aparición; también hábitos como el tabaquismo y los cambios hormonales (adolescencia, posparto, menopausia); todo esto puede hacer que se desarrolle, aunque no hay una causa única.
La padecen de uno a 3% de la población mundial, y en México se estima que hay un millón de personas con este problema. Es mucho más frecuente en el sexo femenino que en el masculino: se dice que por cada tres mujeres, hay un hombre que lo sufre y en general ellos son menos sintomáticos, tienen menos molestias y la enfermedad es menos agresiva. La edad de más afección está entre los 20 y los 40 años, es decir, gente que está en etapa productiva.
-¿Para huir de la artritis hay que evitar los cambios bruscos de temperatura?
En cierta forma. No es que se desarrolle artritis por lavar con agua caliente y luego helada los trastes, o caminar descalzo cuando recién nos hemos quitado los zapatos, pero lo que es cierto es que cuando uno tiene una enfermedad reumatológica, los cambios bruscos de temperatura contraen los músculos que están alrededor de la articulación y los pacientes perciben una molestia, pero en sí, el cambio brusco de temperatura no propicia ningún tipo de artritis.
-¿Cómo se detecta esta enfermedad?
Hay un periodo previo que es muy difícil diagnosticar, pero en general es malestar en todo el cuerpo y dolores articulares. Se detecta después de algunas semanas de inflamación en las articulaciones. La característica es que es simétrica, si le da en una mano, le dará en la otra, en ambas rodillas, en los pies, los codos.
En las manos se inflaman las muñecas, los nudillos, y las falanges proximales, las distales se inflaman en otro tipo de artritis, en la reumatoide, no. La inflamación de los pies ocurre con mucha frecuencia y hay rigidez en las mañanas; muchos pacientes amanecen entumidos y les cuesta trabajo desentumirse. Muchas veces los médicos no tienen el adiestramiento para detectarla a tiempo. Entonces, pasan muchos meses y hasta años sin que el paciente se atienda.
-¿Qué hay de nuevo en tratamientos?
Hay una gran gama, desde el tradiconal metrotrexate, que es el medicamento idóneo para este mal, hasta los complementos como los antiinflamatorios y analgésicos.
Lo primero es ver qué tipo de artritis es, el grado de agresividad y en qué áreas está. Después vemos si combinamos el metrotexate con los medicamentos anteriores o con los biológicos, que son lo más nuevo que hay.
Los de origen biológico son derivados de la ingeniería genética y molecular; son anticuerpos contra determinadas sustancias que participan en la inflamación de la artritis reumatoide. Hay anticuerpos contra una sustancia que segregan el mayor número de células que hay en la inflamación; los hay contra un tipo celular, los linfocitos B y contra otras sustancias (interleucina 6). La mayoría de los medicamentos biológicos son inyectados, los nuevos son intravenosos. Hemos hecho investigaciones y han resultado alentadores. Son fármacos que están en proceso de salir a la venta, ya se han probado en un grupo grande de pacientes en el mundo, pero estarán disponibles en 2009.