La uroterapia ha existido desde siempre, desde el primer hombre en la Tierra. Tiene 3,000 años antes de Cristo y 2,000 años de nuestra Era. Estos remedios vienen en el libro más antiguo conocido por la humanidad, llamado ?Gootour schastar?, con recetas para pacientes de enfermedades terminales.
Antes del siglo XIX la medicina natural era la más utilizada, se usaban extractos de plantas, cataplasmas de barro, tés de hierbas medicinales, etcétera. Las parteras atendían a los enfermos en sus propias casas. Los curanderos utilizaban la orina para quitar dolores e infecciones, internas y externas. Los resultados eran realmente asombrosos, como lo demuestra un libro mexicano que habla de la uroterapia, el arte de curar con la orina; existe todavía como tradición en este tiempo actual, el tratamiento a base de orina.
En México hay un libro que se llama Historia General de las cosas de la Nueva España, escrito por Fray Bernardino de Sahagún en el año 1514 (él vino con Hernán Cortés), en donde los indios hacen curaciones con la orina (Editorial Porrúa 1992, página 585). Describe cómo el fraile observó que los indios hacían curaciones con la orina en el cuero cabelludo, horquilla, caspa, postillas y sarna, utilizando la herbolaria, medicina natural.
Otro libro conocido y muy antiguo es el Shivambu kalpa, un libro sagrado hindú que significa ?método de beber nuestra propia orina?, y esta terapia se originó antes de Cristo, fue escrita en sánscrito, como se lee y se codifica en el libro sagrado Damar Tandra, con una antigüedad de más de 5,000 años, que consta de 107 versos que escribe Shiva a su esposa Parvatí.
Existen relatos de médicos griegos que utilizaban la orina para la curación de heridas. En el libro 28 de la enciclopedia Naturalis Historia (Historia Natural) el escritor romano C. Plinius Secundus escribe sobre los tratamientos con orina para mordeduras de perro, serpientes, infecciones de piel, quemaduras y cicatrices.
En el tiempo de Buda también encontramos referencias de la uroterapia. Un documento budista llamado Mahabagga dice que Buda aconsejaba el uso de la orina en caso de envenenamiento por mordedura de serpiente.
Muchos monjes tibetanos llegaron a ser centenarios, los Lamas también la practicaron. Sir Morris Wilson supo de la orina por medio de los Lamas y él en sus expediciones, cuando escaló el Everest, practicó la uroterapia dándose masajes en la piel para soportar el frío y tener condición.
En México tres personas quedaron enterradas en el terremoto de 1985, y estas personas salvaron su vida por tomar la orina, ellos vivieron más de 17 días enterrados y sin agua. Le recomiendo mucho comprar el libro llamado ?El agua de la vida?, lo encuentra fácilmente en Torreón, quizá le salve la vida.
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Hasta la próxima.