“Creo que Durango es muy tranquilo en comparación con otros lugares”. Alejandra Lerma, ama de casa
Francisco Quiñones solicita que se desmantelen bandas de robacoches
El Siglo de Durango
“No hemos visto que se puedan coordinar (los diferentes cuerpos de seguridad) en trabajos de inteligencia que pudieran realmente hacer mella profunda en el crimen organizado”, opina Francisco Quiñones Gallegos.
Quien preside el Centro Empresarial Durango (Coparmex) diserta que la expectativa es que se dé a conocer que en realidad sí se ataca a bandas de robacoches, situación que existe en la ciudad capital.
“Cada día roban carros y se ven en los medios de comunicación las quejas de los ciudadanos que el narcomenudeo sigue avanzando, es indudable, allí es donde quisiéramos que estuvieran coordinados, en labores de inteligencia y donde empezaran a agarrar a las cabezas y no a los puchadores o la gente de tercer nivel”, dice.
PERSPECTIVA
El dirigente empresarial define que la ciudadanía quiere ver un mensaje claro respecto a que la coordinación de las policías y el Ejército, da como resultado la detención de las cabezas del crimen organizado.
“Hemos visto alguna relación institucional en ciertas épocas del año, por ejemplo, en diciembre, cuando son vacaciones de Semana Santa”, departe.
Cabe mencionar que en días pasados quedó al descubierto la poca coordinación que existe entre las policías del estado, esto cuando se reportó un “levantón” en el poblado San Juan de Dios.
SEGURIDAD
Respecto a la labor del Ejército, dice que siempre ha sido un garante para la seguridad del país, no sólo en el combate al narcotráfico, sino también para ayudar en las emergencias naturales que han ocurrido.
“En lo local, creemos que cada policía debe tener su responsabilidad, su jurisdicción, su área. Y el Ejército –así lo entendemos- entra cuando se pone en riesgo la seguridad nacional, ya cuando el crimen organizado es de tal forma, como en Tamaulipas u otras ciudades, que rebasa a las policías estatales”, cavila.
Al menos en la ciudad capital el dirigente patronal no observa la necesidad de que intervengan los militares, aunque dice desconocer cuál es el panorama en la zona serrana.
“Aquí no vemos un estado de alerta, sí hay que ponernos en amarillo, de precaución, pero son cosas que tendrán que decidir las autoridades y el Gobierno Federal con el Estatal”, subraya.