El rechazo a una estructura dual de Gobierno en el diario The New York Times lo mantiene en su momento más difícil tras varias décadas. (Archivo)
Lo han llamado ‘La Dama Gris’ y durante décadas ha reinado en el mundo de los impresos. Pero, desde hace un par de años, The New York Times comenzó a vivir una crisis interna que hace unos días tuvo su momento más difícil cuando 42 por ciento de los inversionistas retuvieron sus votos en la elección de consejeros, como una muestra de rechazo a una estructura de Gobierno dominada por la familia Sulzberger, propietaria del periódico.
Gracias a una estructura dual de Gobierno, la familia Sulzberger controla 70 por ciento del Consejo, lo que significa que tiene la facultad de elegir a nueve de sus 13 directores.
Pero el control casi absoluto en la conducción del diario no ha contenido los ímpetus de un número importante de inversionistas inconformes con la inversión de 500 millones de dólares en la construcción del nuevo edificio que albergará al Times, el manejo de su línea editorial y otros negocios, como la compra de About. com, un servicio informativo que los Sulzberger adquirieron hace dos años por 410 millones de dólares y que los inversionistas críticos han señalado como especulativo.
La batalla contra la estructura familiar del Times comenzó hace un par de años, encabezada por Hassan Elmasry, un gestor de cartera de Morgan Stanley, que es propietario de cinco por ciento de Times Co. Elmasry inició su improbable campaña en contra de la estructura dual de Gobierno del periódico con el envío de una carta al presidente y editor de The New York Times, Arthur O. Sulzberger, en la que le decía que él había crecido leyendo con admiración y orgullo el contenido del mítico diario neoyorquino.
FALTA CALIDAD
La carta cambiaba violentamente de tono para advertirle que en estos tiempos todo se ha transformado y que la calidad editorial del diario se ha desplomado. Continuaba con una serie de severas críticas al manejo financiero y a las inversiones recientes de The New York Times. Elmasry pidió a Sulzberger reunirse con él, cosa que aquél rechazó. Elmasry decidió entonces enviar cartas a los directores y tiempo después la cabeza principal del diario aceptó reunirse con él.
Ése fue el principio de una confrontación en la que Elmasry y la familia Sulzberg han hecho grandes esfuerzos por convencer a los otros inversionistas de que tiene razón. Elmasry logró un avance importante y en una primera votación logró que 30 por ciento de los inversionistas retuvieran sus votos en la elección del Consejo del Times. Era una muestra de rechazo sin precedentes contra el control que la familia Sulzberger mantiene en las decisiones y el Gobierno del periódico.
Elmasry también logró que Sulzberger abriera la posibilidad de discutir varios puntos relacionados con las inversiones y las finanzas del diario, pero no se movió ni un centímetro en la exigencia de reformar la estructura de Gobierno.
En un gesto que dice mucho sobre la situación de transformación que viven los medios en Estados Unidos ante el crecimiento de Internet, los blogs y los altos costos del papel, Donald Graham, presidente y delegado consejero del Washington Post, salió en defensa de la estructura dual del New York Times.
Los accionistas inconformes con esa estructura lograron retener 42 por ciento de los votos en la elección de los miembros del Consejo del Times, tras lo cual Sulzberger pudo respirar con tranquilidad, pero tal vez no por mucho tiempo: si el descontento continúa creciendo y 50 por ciento de los inversionistas decide retener su voto, la familia Sulzberger y la estructura de dual de Gobierno en sus manos podrían estar contra la pared.