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La elegancia no es necesariamente cara

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EL UNIVERSAL

La gente se involucra cada día más en la decoración de su hogar, pero lo esencial es no dejarse llevar por lo más caro. Existen detalles de buen gusto y apariencia a precios accecibles.

"Ésta cómoda la compramos hace tiempo, estaba en muy mal estado, pero la laqueamos en blanco, le colocamos espejos por fuera de cada uno de los cajones y le aplicamos jaladeras modernas", explicó Walter Denning.

El experto dijo que las bancas de madera que rodean la mesa del comedor fueron mandadas hacer especialmente, con un carpintero.

"El espacio es pequeño, como ves; entonces, cuando hay visitas o reuniones, las bancas resultan muy funcionales. Les pusimos unos asientos acolchados forrados con tapicería de estilo clásico", explicó Denning

Ambos creativos promueven su idea por medio de su tienda ubicada en el pasaje El Parián, de la misma colonia Roma, que hace honor a su nombre: Mexclalo.

"No hay un mercado, un bazar en específico dónde comprar o coleccionar objetos antiguos e interesantes. Lo importante es lanzarse a la aventura para ir a todos los mercados especializados, no sólo el de Alvaro Obregón esquina con Cuauhtémoc o el de tradición, que es la Lagunilla.

"Pienso que si dejas estos a un lado y te vas a la periferia de la ciudad, puedes encontrar lámparas, candiles, incluso hay retazos de tela muy interesantes, como los que compramos para las cortinas y las tapicería de este espacio", dijo Castañeda.

Pasamos a la recámara, donde los detalles art deco resaltan en cada rincón. "Aquí colocamos un candil de la época porfiriana que obtuvimos en el mercado de antigüedades de la Roma. Costó mil 200 pesos.

El candil hace juego con las cortinas, las cuales fueron hechas con tricot y casimir con rayado tipo de gis. Este último fue cosido un poco más abajo de la mitad del tricot, para hacer un combinación interesante", expresó Denning. "La cabecera de la cama está acolchada con tela de estampado clásico".

Ésta la consiguió Walter en uno de sus viajes Nueva York, en un bazar de telas. Fue enmarcada con molduras de madera laqueada. A los lados aparecen dos candelabros en forma de ramas de árbol, creado por la escultora mexicana Rebeca Murrieta.

Sobre el buró del lado derecho hay una lámpara laqueada de formas curvas junto con otros detalles art deco; por ejemplo, unos jarrones de cristal cortado de época y otros modernos de color rojo, de la fima Ikea.

"Aquí se nota una mezcla de contrastes entre algo muy clásico de los años 30 que combina perfecto con la modernidad de los elementos de este siglo y que resulta muy chic" dice Castañeda.

Un sillón de los años 50 y una réplica de la famosa lámpara Arco diseñada por Achille Castiglione (1918-2002), resultan las piezas principales de la sala.

"Es muy importante enfatizar la mezcla de estilos provenientes de importantes escuelas decorativas de la historia del diseño, con la aspiración de un glamour accesible y contemporáneo", afirmó César.

En la sala se aprecia lo orgánico de los colores y las referencias de los cuadros. "Las mismas texturas de los cojines del sofá que van desde damascos, hasta algodones, estampados y lonetas, te crean una sensación especial", comenta César.

Además, explicó que los cuadros ubicados arriba del sofá se colocaron de manera estratégica para lograr un efecto de movimiento en la pared y su integración al mueble.

También hay un librero de metal que da un toque industrial a la estancia. Fue comprado en una tienda del centro de la ciudad, donde se venden repisas para comercios, y los creativos pintaron los interiores y peldaños de amarillo y blanco.

En el lugar también aparece la clásica silla de plástico llamada Acapulco, infaltable en las terrazas de la provincia mexicana. Velas, candelabros y otros complementos se integran al conjunto. Incluso los detalles kitsch no pasan inadvertidos, y en la escena aparece una mesa de cerámica en forma de pescado de color azul.

"En cuanto a diseño, lo que sucede en México es muy interesante: La gente se involucra cada día más en el tema, pero lo esencial es no dejarse llevar por lo más caro. Existen detalles de buen gusto y apariencia a precios accecibles", agregó Castañeda. Sólo hay que buscarlos con paciencia.

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