EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

La esperanza siempre viva

Addenda

Germán Froto y Madariaga

Siempre he dicho que una de las cosas verdaderamente importantes en esta vida, es contar con amigos leales, que están constantemente al pendiente de cuanto nos sucede.

Unas cuantas líneas del artículo anterior, fueron la pauta para que algunos de ellos se comunicaran conmigo y me dijeran que no debo entregarme a la desesperanza.

Uno de ellos, en especial, Carlos Juaristi, tuvo la gentileza de comunicarse en dos ocasiones conmigo para alentarme e impulsarme para no caer en estados de ánimo desalentadores.

No obstante la distancia, yo sé que él está siempre pendiente de lo que sucede a mi alrededor y gusta de leer estos comentarios, vía la Internet, en las primeras horas de los sábados, lo cual agradezco mucho.

Uno aprende de los amigos que, como dice Neruda en uno de sus poemas, hay cosas que nos están prohibidas, porque afectan y hasta dañan nuestros estados de ánimo.

“Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarlos sólo cuando los necesitas” –dice Neruda.

Por eso yo procuro no alejarme de mis amigos y llamarlos cuando siento que me necesitan. Pero es muy gratificante saber que ellos están ahí cuando intuyen que los necesito.

Hoy más que nunca “queda prohibido” que nos alejemos de los amigos, pues hay tantas y tan fáciles formas de comunicación, que no tenemos pretextos para hacerlo.

Porque también “queda prohibido olvidar a la gente que te quiere”.

Lamentablemente, muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de cuánta es la gente que nos aprecia, sino hasta que enfrentamos una situación difícil, pero aun para eso nos sirve la adversidad, para darnos cuenta de toda la gente que está pendiente de nosotros.

Yo he vivido con mis amigos, momentos de alegría y otros difíciles y en ambos casos hemos procurado estar juntos y alentarnos unos a otros, como por igual hemos disfrutado de las grandes alegrías.

He recibido mucho y he dado cuanto he podido. Pero, lo que he recibido ha sido mucho más, porque mis amigos son de una generosidad sin límites.

“Queda prohibido, echar a alguien de menos, sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo por que sus caminos han dejado de abrazarse”.

He perdido amigos, porque nuestros caminos se separaron, pero cuando retomamos el contacto, ese solo hecho es motivo de una gran alegría. Conforme avanzamos en edad, de una u otra forma, para bien de nosotros, nuestros amigos retornan y nos llenan de felicidad.

La recuperación de un amigo, es como volver abrir el cofre de un tesoro. Los dones que nos llevaron en un momento dado a identificarnos con ellos, no sólo permanecen ahí, sino que se han incrementado al paso del tiempo.

Con amigos tan valiosos no tiene uno derecho a caer en la desesperanza.

Tan esto es así que Dios mismo se encarga de mandarnos señales de aliento en fechas significativas, como la señal que he recibido hoy 26 de octubre.

No, no puede haber en mí motivos para el desaliento. En realidad, no lo puede haber para nadie, pues si vemos a nuestro alrededor hay muchos motivos para seguir adelante.

Una vida plena, saludable. Con personas que nos quieren y nos brindan amor. Un trabajo atractivo que produce una remuneración que nos permite vivir cómodamente. Un hogar en el que brilla la flama del amor y en el que podemos descansar tranquilamente. Y muchos amigos que nos apoyan y brindan alegría constantemente.

Son muchas cosas que nos producen felicidad, tranquilidad y esperanza. Y en ese sentido, como también afirma Neruda:

“Queda prohibido, no buscar tu felicidad, no vivir la vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti, este mundo no sería igual”.

Y entre que sucede lo esperado: “Hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te guarde en la palma de Su mano”.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 307026

elsiglo.mx