Alejandra dio un espectáculo cargado de adrenalina y éxitos. (Fotografía de Érick Sotomayor)
Alejandra Guzmán hace vibrar un espectacular escenario ante más de dos mil laguneros
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La “bomba rockera explotó” y la gente del palenque junto con ella. Ni el más grande cargamento de fuegos pirotécnicos hubiera provocado lo que Alejandra Guzmán: que todos gritaran sin parar, que tanto el escenario como el resto del lugar se iluminara con su talento y que los que no se consideraban fans de ella, al final se sumaran a su club de admiradores.
La mecha se encendió a las 12:00 de la noche, cuando salió del túnel que conduce al camerino con guitarra en mano entonando Diablo. Sus seis músicos y dos coristas la acompañaban, los asistentes (alrededor de 2 mil 200 personas) la veían sin cesar, incluyendo el todavía Alcalde de la ciudad Octaviano Rendón, a quien incluso le tocó algo de los comentarios de la artista, cuando cuestionó quién estaba fumando puro, y era precisamente él.
La gritería de los fans llegaban hasta afuera del palenque y más allá, y es que los llevó por todos los estados de ánimo posibles, desde la alegría, el amor, el despecho y la despreocupación.
“¡Comarca Lagunera! ¡ya quiero oír a esa banda!”, fueron sus primeras palabras, luego comenzó a entonar Toda la Mitad.
El viernes por la noche la hija de Silvia Pinal y Enrique Guzmán dejó a la vista el excelente momento por el que está pasando tanto personalmente como profesionalmente. Durante todo el show mantuvo una buena actitud con su público, ése que cantó con ella, que levantó las manos tras cada tema sin necesidad de que lo pidiera, que la ovacionó hasta el cansancio, que le entregó toda su energía y que fue testigo de su facilidad para el baile y sensualidad desbordada.
“Gracias, no saben la bronca para llegar aquí”, dijo, y es que estaba previsto que arribaría a la región en el vuelo de las 5:45 de la tarde, pero no lo hizo sino hasta las 11:40 de la noche pues debido al tráfico de la Ciudad de México perdió el avión y tuvo qué venirse en otro vuelo.
La gente de la feria ya la esperaba, tan apresurada llegó, que para ahorrar tiempo se cambió de ropa en la camioneta. “Qué poca los que dijeron que no iba a venir, se les va a llenar la boca de... mentiras. Me encanta estar aquí, y como me costó mucho, les voy a cantar más”.
Entonces siguió con Quiero Estar Contigo, melodía en el que la rockera subió al ruedo permitiendo que uno de los chicos de la primera fila la abrazara y no sólo eso, hasta lo besó en la boca.
El lugar era una bomba de tiempo, pero aquí no había temor alguno por la explosión sino de que a alguien le fuera a dar un ataque cardiaco debido a la emoción, sobre todo cuando iniciaron las notas de Hacer el Amor con Otro, provocando que tanto hombres y mujeres desgarraran su garganta al cantar fuertemente, a la vez que golpeaban los enormes globos rojos que se dejaron caer desde las alturas.
El piso de redondel cambiaba del verde al amarillo, del rojo al azul y blanco; Alejandra en cambio, siempre se mostró igual: irreverente, audaz y sensual.
En el repertorio incluyó temas viejitos y nuevos, entre los que estuvieron Míralo Mírala, Mala Yerba, Ten Cuidado con el Corazón, Eternamente Bella y Mujer, la cual dedicó a su madre.
Uno de los momentos culminantes de la noche estaba por llegar, Alejandra llevó una silla, se acomodó, y apenas comenzaron las primeras notas de Volverte a Amar, surgió la explosión... la gente parecía desquiciada, gritaba, se llevaba las manos al corazón y volteaba a las alturas como dedicándosela a alguien. El ambiente era de lo mejor, pero todavía había muchas cosas por hacer como bailar al ritmo de Reina de Corazones, sin duda una de las más ovacionadas.
“Esta que sigue va para todas las güeritas... una vez me quiso bajar al galán y la tuve qué arrastrar, la dejé mal... sí, era Pau”. Las risas de los asistentes se fundieron con la música de Hey Güera!, luego siguió el turno de Loca y La Plaga.
Ya era la 1:15 de la mañana, en realidad había pasado poco tiempo del show, pero aún así la menudita artista se despidió, aunque regresó casi de inmediato a petición de sus enardecidos fans.
Por un momento la alegría se convirtió en nostalgia al iniciar Llama por Favor; ahí las espectaculares luces robóticas no fueron las que se robaron el show, sino los celulares que fueron encendidos y que sirvieron como escenografía. Pero el ambiente no podía quedarse así, entonces le dio paso a Muévanse Todos, tema con el que finalmente se despidió a la 1:23 de la mañana.
Energía pura
Sus actos acrobáticos dejaron impresionados a más de uno, sobre todo por su elasticidad.
-Canciones: 17.
-Lo espectacular: el piso, la plataforma donde cantó cambiaba de colores.
-Para resaltar: su energía, ya que jamás dejó de bailar y cantar.
-El detalle: lo accesible que estuvo con sus fans, ya que repartió besos a diestra y siniestra, se tomó fotos con la gente y firmó autógrafos.
-Asistentes: aproximadamente dos mil 200.
-Lo malo: ya se le hizo costumbre atacar a la prensa sin razón, y es que durante el show hizo señas obscenas a las cámaras, y reclamó a quienes dijeron que no iba a llegar.