Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

La holgura del Banxico

Salvador Kalifa

La complacencia que ha mostrado Banco de México (Banxico) durante meses ante el resurgimiento de la inflación en nuestro país no tiene paralelo en otros bancos centrales, que ante las primeras señales de cambio de tendencia en los indicadores de precios, toman las medidas necesarias para prevenir una mayor inflación futura. Los bancos centrales cuyos objetivos de inflación explícitos o implícitos se ubican alrededor del 2 por ciento, tienden a preocuparse respecto de la evolución de los precios tan pronto estos muestran un alza de una o dos décimas respecto al nivel del objetivo de inflación.

Algunos banqueros centrales llegan al extremo de preocuparse por las centésimas. Por ejemplo, el 25 de septiembre del año pasado, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas comentó en una conferencia en Monterrey que ?el más reciente Índice Subyacente de Precios al Consumidor (en Estados Unidos), el cual excluye la volatilidad de los precios de la comida y la energía, se publicó redondeándolo al 0.2 por ciento en agosto, lo mismo que en julio, indicando a simple vista que los fundamentos de la inflación no cambiaron. Pero hay que mirar un poco más allá. Redondear las cifras puede ocultar algunas dinámicas implícitas. La tasa de inflación del mes de julio fue en realidad del 0.19 por ciento, la de agosto fue del 0.24 por ciento?.?

Nuestro banco central muestra, sin duda, una holgura mucho mayor. No se inmuta ante una desviación de su meta de inflación que ya rebasa un punto porcentual, ni ante una tendencia alcista de la inflación subyacente que ya dura 10 meses. Hasta ahora ha preferido modificar al alza su pronóstico de inflación de corto plazo que hacer cambios en su política monetaria, con el argumento de que esos incrementos son temporales y se deben a ?choques de oferta?.

En efecto, una revisión de los comunicados mensuales de Banxico muestra claramente cómo han ido revisando al alza su estimado de inflación, pero siempre aduciendo que ello se debe a un choque de oferta temporal y que pronto se presentaría una reversión del proceso alcista de precios. El problema es que eso lo repiten en cada comunicado, y la fecha de la reversión se pospone en cada ocasión.

La evidencia de que hay un cambio de dirección en la inflación parece que no la ve nuestro banco central. La inflación general tiende al alza desde el segundo semestre del 2006 y la subyacente lo hizo desde antes. En efecto, la inflación general pasó de un 3.06 por ciento en julio del año pasado a un 4.06 por ciento en la primera quincena de febrero, mientras que la subyacente viene subiendo desde el mes de mayo, cuando se ubicó en 3.14 por ciento, para ubicarse en 3.95 por ciento en la primera quincena del mes pasado. Este indicador, por tanto, también está a punto de romper el techo del intervalo meta de Banxico.

Me parece que si quiero rescatar algo positivo de los comunicados recientes de Banxico, sería que quizá logren corregir las expectativas de los analistas financieros que, ingenuamente, preveían un descenso de las tasas de interés en nuestro país durante este año. Espero que su reacción ante el reconocimiento expreso de las autoridades de que estiman que los precios oscilen entre cuatro y 4.5 por ciento durante el primer semestre, y que el índice general de inflación así como el subyacente se ubiquen entre 3.5 y cuatro por ciento al cierre del año, los lleve a abandonar la peregrina idea de que pronto veremos un descenso adicional de las tasas.

La complacencia de Banxico quizá se deba, además, a que para nuestras autoridades monetarias el incremento de los precios se ubica todavía alrededor del techo del intervalo del dos al cuatro por ciento de inflación que establecieron como referencia. En consecuencia, su ?herramienta? de política monetaria consiste en hacer nada y simplemente confiar que en algún momento en el futuro desaparezcan los efectos negativos de estos ?choques?, para que los precios converjan hacia la meta del tres por ciento.

Uno de los aspectos más curiosos en los argumentos de Banxico es que perciba que el alza de los precios se debe a un ?choque de oferta? en maíz y azúcar, cuando en realidad es resultado de un incremento de la demanda mundial por esos productos. Por lo general, se entiende por choque de oferta algo que reduce repentinamente la producción, como puede ser una helada, un huracán, o la destrucción de instalaciones productivas, pero cuando el alza de precios no se deriva de algún evento de dicha naturaleza, sino que resulta como en esta ocasión de un incremento en la demanda global, entonces no es correcto calificarlo como un trastorno por el lado de la oferta.

Independientemente de la retórica oficial al respecto, lo relevante en este contexto es que la inflación en México está por encima de la meta oficial y que, a pesar de la ingenua expectativa de muchos analistas de que habrá pronto un descenso de las tasas de interés en nuestro país, considero que Banxico se verá obligado a elevarlas, tan pronto quizá como a fines de este mes. Una posposición adicional de lo que a mi parecer es inevitable, sólo acabará por complicar la lucha contra el fenómeno inflacionario, dado que las medidas monetarias toman entre 12 y 18 meses para surtir efecto. No perdamos de vista, sin embargo, que cuando Banxico se decida a actuar, lo hará con medidas que no podrán calificarse como preventivas de un resurgimiento de la inflación, que ya es un hecho, sino tan sólo como acciones correctivas del fenómeno, aunque todavía está por verse si las dosis serán suficientes para detenerlo y revertirlo.

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 263596

elsiglo.mx