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La Inundación de 1917

Ilhuicamina Rico M.

INTRODUCCIÓN

La Región Lagunera ha sufrido muchos fenómenos naturales a través de su historia, sería bueno tener un conocimiento detallado de sus efectos y las consecuencias ellos. La inundación de 1917 me ha llamado la atención por producirse en una época donde la ciudad de Torreón intenta reorganizarse después de años de guerra, asentando un duro golpe a la economía.

La avenida de agua del Río Nazas de este año, fue una la más grandes que se haya presentado en varios años, el agua empezó a correr por el lecho del río, desde el uno de septiembre, registrándose el día 17 del mismo mes, la creciente máxima con un volumen de 4 mil 286 metros cúbicos por segundo. Esta enorme creciente causó graves daños en la cuenca del Nazas, principalmente en todas las obras de captación, canales y sembradíos. La mayor parte del agua no pudo ser aprovechada en los campos de cultivo, pasando a depositarse a la Laguna de Mayrán.

DAÑOS A LA POBLACIÓN

Joaquín Sánchez Matamoros nos cuenta sobre este suceso, donde se dio una gran avenida del Río Nazas, que provocó el rompimiento de los bordos de defensa, inundando la zona norte de Gómez Palacio y extensas áreas de Torreón, en donde el agua llegó hasta las proximidades de la Plaza de Armas. “Los serenos andaban cuadra por cuadra con sus silbatos de barro, andaban anunciando la creciente como para las ocho de la noche, y el desbordamiento a la altura de la Pila Ballestero; allá donde hoy es Las Margaritas. Decían que si no podían contenerla iban a pasar unas carretas para recoger las cosas de las personas y llevarlas al Cerro de la Cruz. A pesar del espanto y todo, sólo hubo que lamentar el derrumbe de unas 17 casas por la Escobedo y la Aldama”.

El río se salió de su cauce, inundando en muchas partes las labores y ocasionando la destrucción de tramos importantes del terraplén del tranvía eléctrico entre Torreón y Gómez Palacio, derribó una sección del puente del ferrocarril provocando la interrupción de los trenes. Las pérdidas materiales en la ciudad de Lerdo, no fueron cuantiosas al igual que en Gómez Palacio y de Torreón. La razón por la que no hubo tremendos perjuicios en Lerdo, fue que el río abrió un cauce por la Hacienda de Santa Rosa.

Las aguas del Nazas arrasaron muchas haciendas, dejando varios ranchos inundados y sin hogar a millares de familias que vivían en las márgenes del río. Numerosas casas se cayeron en la Hacienda de Cuba, El Pinto, Las Leocadias, Las Huertas, San Sebastián, El Campo Jamerson, San José, El Carrizal, El Compás Viejo, Santoña, Florida, Caracol, Corralitos, Las Vigas, Hidalgo, Huitrón, Santo Niño.

DAÑOS EN EL CAMPO

Donde el siniestro causó mayor impacto fue en las obras hidráulicas: el canal del Tlahualilo resultó con ligeros daños; el canal de Santa Rosa fue destruido en más de dos kilómetros, lo mismo que el canal de Santa Cruz; el canal de Sacramento resultó con daños en cercas de un kilómetro; el canal del Relámpago quedó casi ileso; el canal del Coyote sufrió roturas importantes. El canal de La Concha parece que sufrió ligeros desperfectos; el canal del Torreón también sufrió ligeros daños; y el canal de San Ramón fue destruido en algunos de sus tramos. Con respecto a las presas de esta región, tuvieron pequeños daños, que permitieron a los canales tomar sus aguas.

RECONSTRUCCIÓN

Después de la inundación reinó una gran actividad en la región, tendiente a normalizar las actividades económicas. A la gran carestía de productos de primera necesidad que se produjo en esos días, se enviaron víveres a la Comarca Lagunera procedentes de Aguascalientes, en auxilio a los damnificados. Por su parte La Cámara de Comercio recibió un 20 por ciento de descuento en los impuestos. En reparar los desperfectos causados por las corrientes del Río Nazas, estuvieron trabajando más de diez mil personas. Las obras de reconstrucción se enfocaron en arreglar las vías del ferrocarril, bordos, y canales. Los Ferrocarriles Nacionales ocuparon cuatro mil peones, pagando en moneda de plata. Los hacendados y agricultores y ocupan el resto, igualmente pagando en efectivo. Con esta derrama de dinero el comercio empezó a reaccionar favorablemente, restableciéndose poco a poco la economía regional.

Fuente: Ilhuicamina Rico M., Torreón ABC.

ricomaciel@todito.com

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