El Siglo de Durango
La corrupción en las instancias de procuración y administración de justicia, la improvisación de jueces y la falta de capacitación y actualización académica son algunas de las causas de la deficiente impartición de justicia penal en Durango.
Así lo cree Juan Francisco Arroyo Herrera, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UJED, quien no escatima adjetivos al afirmar que “en Durango, muchas de la veces, la justicia se administra a la carta”.
Incluso, el especialista señala que en esta ciudad hay despachos de abogados que ya tienen asignados agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para que atiendan siempre sus asuntos.
Arroyo Herrera fue juez civil y penal de primera instancia; Procurador de Justicia, Director Municipal de Seguridad, catedrático y, desde hace diez años, es investigador de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
Ha escrito varios libros sobre doctrina jurídica diversa, los cuales han sido editados por la prestigiada casa Editorial Porrúa. Entre ellos destaca el que lleva por título: “Legislación educativa”, el cual ha sido editado nueve veces ya.
Otras obras suyas son: “Régimen jurídico del servidor público”, y “Cómo llevar una defensa penal”. Uno u otro son usados como libros de texto en diferentes universidades e instituciones de educación superior del país.
El abogado concedió una entrevista para El Siglo de Durango sobre diferentes tópicos. Entre ellos habla de su etapa como periodista durante casi una década, de finales de los 60 hasta 1978, como reportero de la fuente policiaca en La Voz de Durango.
El Siglo de Durango (Siglo): ¿Cómo lograr que la administración de justicia penal sea más ágil?
Juan Francisco Arroyo Herrera (JFAH): Pues hay muchas estadísticas donde, en materia de administración de justicia, México anda cerca del lugar número 100 como país. Eso es como país, pero, en una medición a Durango como estado, yo creo que andamos muchísimo peor todavía.
Siglo: ¿Y a qué cree que se debe esto?
JFAH: Yo creo que a la mala improvisación de los jueces y a la falta de capacitación. Pero, yo veo un fenómeno en los administradores de justicia, pues más que su falta de conocimiento y su falta de capacitación en su materia, lo cual sí existe, hay implicaciones de tipo personal y de tipo psicológico...
Es que, muchas veces, uno como litigante no está peleando el pleito o el litigio, sino que se está peleando con el juez. El agente del Ministerio Público y el juez inmediatamente toman partido, personalizan y hacen suyo el problema...
Yo creo que ése es el gran problema de la administración de justicia, al menos en Durango. Como que te dicen ‘tú fuiste Procurador de Justicia pero te voy a demostrar que sé más que tú, y eso se acentúa más en uno porque das tu punto de vista por la parte que representas, y ellos creen que los estás regañando.
Siglo: ¿Sería básicamente ésta la causa?
JFAH: No. También está la falta de capacitación y de lectura. El derecho penal es difícil; yo batallé mucho para entenderlo y me he metido a literatura extranjera y en los penalistas españoles, argentinos e italianos, quienes traen ahorita en estudio lo de los juicios orales...
Siglo: Lo cual también se discute en México, ¡no?; el otro día dijo el presidente Calderón que promoverá reformas en este sentido.
JFAH: Pero, afortunadamente, yo veo con satisfacción que el actual Presidente de la Suprema Corte de Justicia en México no es muy de la idea de que se instalen los juicios orales en México. Yo esto lo veo difícil, al menos en materia penal, sobre todo por la improvisación de nuestros jueces.
Siglo: ¿Qué tanto afecta la inexperiencia de los agentes del MP y la falta de investigación de los agentes policiacos que dependen de la Procuraduría?
JFAH: Fíjese que yo antepondría, más que lo de su capacitación, yo antepondría el problema que comento de que ellos hacen suyo el problema inmediatamente. Pero, el Ministerio Público es investigador, y él, si no hay delito, tiene la obligación de decir ‘no voy a consignar’.
Aunque vemos que ellos se ponen obsesivamente con la intención de consignar aunque se den cuenta que no hay delito. Entonces, el problema es de carácter subjetivo de ellos, pues se enrolan y se envuelven en los problemas, lo cual yo he detectado como abogado litigante.
Siglo: Desde la academia y desde los libros, ¿qué cree que se pueda aportar para abatir la ubicación que tenemos como país o como estado en cuanto a la eficacia de nuestros sistemas de impartición de justicia?
JFAH: Yo creo que hay bastante buena bibliografía aquí en México. Sobre todo Editorial Porrúa, en los últimos tiempos ha estado dando cabida a nuevos valores, incluso gente de provincia, pues habemos muchos que somos de interior del país. Pero, lo que pasa es que los actores de la procuración e impartición de justicia no se enrolan en esto, no se actualizan ni son capacitados.
Siglo: No sé qué tanto sea cierto pero se escucha con insistencia que hay corrupción en casi todo el proceso de la justicia penal...
JFAH: Sí. Desgraciadamente es así. Y cuando eso sucede pues las leyes y los textos pasan a un segundo nivel. Porque, por ejemplo, qué gana usted como abogado con estar bien documentado y tratar de actualizarse para hacer una buena defensa, si de repente llega un ‘coyotillo’ de los mismos de ahí y le quita el asunto porque se arregló con el juez para sacar rápido el caso.
Siglo: ¿Quiénes son los coyotes a que se refiere?
JFAH: El “coyotaje” se da mucho en materia penal, de que por ejemplo me llegan unos clientes a mí y luego llega otro y le dice a los clientes ‘oye: mejor yo te defiendo y te lo arreglo rápido’; entonces el cliente revoca al abogado y nombra a éste que trae el arreglo con los jueces...
Pero aparte, también en materia penal, como no es requisito ser licenciado en derecho para litigar un asunto, andan ahí, yo he visto, gestores o líderes sociales que a veces se meten como defensores, lo cual de alguna manera corrompe o enrarece toda la materia penal, pues dejan de ser defensas técnicas y jurídicas y se convierten en gestores sociales”.
Siglo: Y en la Procuraduría de Justicia, ¿qué tan cierto es que no camina un asunto o una averiguación si no se entra a la corrupción?
JFAH: Claro que este problema se da, tanto para que camine la averiguación, como para que también la archiven, pues la verdad la verdad, en muchos casos la justicia es a la carta, de decir ‘¡oye, hazme esto!... sí, cómo no’.
Hay despachos que tienen ya agentes del Ministerio Público exclusivos asignados a ellos para que les atiendan sus asuntos, y luego de repente se sorprende usted de que presentó una denuncia hace seis meses y no ha caminado, mientras a otros despachos les sacan una averiguación consignada en una semana.
Ésas son de las aberraciones que uno se encuentra y que provocan que la gente deje de creer.