De día, la Ciudad Jardín es apacible. De noche, sus alrededores oscuros se han convertido en el lugar preferido por criminales para dejar cadáveres
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- De día, ver niños pasear por sus angostas calles con una nieve Chepo en la mano y a los abuelos formando corrillos en las plazas de Ciudad Jardín es común. De noche, los parajes solitarios y su extensa zona rural enmarcada en carreteras oscuras y cerros, se han convertido en el escenario predilecto de quienes han hecho de Lerdo un tiradero de cadáveres, víctimas ajenas al municipio que fueron secuestradas y ejecutadas, hechos que han alarmado a La Laguna.
“Lerdo es una ciudad tranquila, vemos con tristeza que desde hace mucho tiempo ha servido el territorio
para que nos vengan a tirar a estas personas sacrificadas, es lamentable, ¿qué quisiéramos nosotros?, que pudiéramos tener muchas patrullas y gente para inhibir esa acción de venir a dejárnoslos aquí pero hacemos un gran esfuerzo”, dice el alcalde Antonio Olivas Ibarra, quien cuenta en su municipio con aproximadamente 80 policías preventivos en ambos turnos y quienes con suerte utilizan 22 patrullas de las 26 que hay en total -si es que ninguna otra falla como es lo común- para vigilar 89 colonias y 54 comunidades rurales.
A comparación con Gómez y Torreón, Lerdo tiene los índices más bajos de delincuencia, la mayoría de los robos son de cable de cobre o autopartes y gran parte de las detenciones se realizan por conducir en estado de ebriedad u orinar en vía pública, en ocasiones por riñas o maltratos familiares.
No obstante Lerdo se ha convertido en la mejor opción para los criminales cuando quieren “deshacerse” de algo.
“Todo mundo lo dice, en Lerdo así parecemos, en cuestión de índices de inseguridad no tenemos mucho, para ellos (los criminales) la idea es buscar un rincón oscuro, o área rural, quizá nos ponemos a cuidar mucho una zona como la que está desde la “Cuesta de la Fortuna” hasta Nazareno y al rato van a aparecer (los cadáveres) en la carretera a León Guzmán pero en fin, el trabajo se está haciendo, las víctimas ni son de Lerdo y cuando se dice que es ajuste de cuentas ya nadie dice nada”, argumenta Olivas.
Ya antes la alcaldesa Rosario Castro Lozano (hoy funcionaria de la Secretaríade Gobernación) había comentado que la ubicación geográfica de Lerdo y su amplia extensión territorial aunados a la falta de elementos policiacos, habían hecho de esta ciudad “un depósito para los delincuentes”.
SECUESTRO DE EMPRESARIOS
Con la detención de siete integrantes de la banda de plagiarios del empresario mueblero (accionista mayoritario de Distribuidoras Rodríguez) Roberto Rodríguez Cruz, en un periodo de investigaciones iniciadas en 2002 y hasta 2003 se esclareció también el plagio y homicidio del también empresario
Rodolfo Boehringer Lugo, desaparecido el 24 de diciembre de 1999. Banda que además fue relacionada
con el secuestro del empresario Eduardo Olmos Jáquez.
Rodríguez Cruz fue “levantado” el 23 de octubre de 2001 y liberado el 13 de marzo de 2002 tras pagar el rescate. Sobre Boehringer nunca hubo denuncia formal por el secuestro, sus familiares sólo recordaban que la última vez que lo vieron salió de su casa en Gómez Palacio para irse con unos “amigos”. No volvió. De su desaparición sólo se tuvo conocimiento a través de los recados cifrados que aparecían como aviso de ocasión en este medio informativo, “Sr. Fuentes, cumpla con su parte del trato”, decían los mensajes.
Su osamenta fue encontrada –como resultado de las investigacionesen una finca a medio construir del ejido Francisco Villa, en Lerdo, un tranquilo poblado inmediato a la “Cuesta de la Fortuna” que cada vez luce más solitario debido a la migración de los campesinos que lo habitan.
Fue ahí donde se grabó el video entregado por los secuestradores a los familiares como prueba de vida.
El pago del rescate se realizó en abril del año 2000 pero a pesar de esto y tras tenerlo 4 meses en cautiverio los plagiarios ejecutaron a Boehringer disparándole en la cabeza. Su cuerpo permaneció enterrado en la misma finca rural durante casi tres años.
La finca tenía un túnel hacia una casa de campo, ambas propiedades del empresario marmolero Salvador
Sánchez Rodríguez, quien tiene amplios antecedentes penales y fue identificado como uno de los autores intelectuales de ambos secuestros.
Sánchez junto con su sobrino Alfredo Ibarra Sánchez además de José Guadalupe Santana García alias “El Feo” y Juan Delgado Rangel alias “Juan Vaca”, siguen prófugos.
JOVEN PROFESIONISTA
El 20 de septiembre del año 2002 fue encontrado semienterrado el cadáver de un joven en el ejido La Canasta, un ingeniero regiomontano llamado Marcos Guadalupe Almanza Vázquez, de 29 años de edad, que tenía cinco meses residiendo en Lerdo atendiendo una oferta de trabajo como ingeniero de la Phillips. Dos residentes del poblado Las Adjuntas descubrieron el cuerpo.
Preocupados por no saber el paradero de su hijo, el matrimonio Almanza Vázquez acudió a la Subprocuraduría General de Justicia del Estado el 22 de septiembre para reportarlo desaparecido luego de que no acudiera a la fiesta de cumpleaños que le habían organizado. Grande fue su sorpresa cuando las autoridades les pidieron identificar las pertenencias de un cadáver enviado a la fosa común.
Posteriormente se logró la detención de los tres responsables, uno de ellos, Arturo Amaro Martínez, de 27
años, fue señalado como el autor material del asesinato. Fue policía preventivo de Gómez Palacio.
OTRO EN FRANCISCO VILLA
El 4 de noviembre de 2003 el hallazgo de otro cuerpo se repitió, a cinco kilómetros de Francisco Villa cuando semioculto entre las ramas de un mezquite fue localizado el cadáver de un hombre que murió a causa de tres tiros en la cabeza con arma calibre nueve milímetros a “golpe de mina”, es decir, con la punta del cañón de la pistola recargada sobre la cabeza del occiso.
El ejecutado, cuyo cuerpo agusanado y cubierto de moscas arrojaba un fétido olor, fue descubierto
por un chofer que se disponía a realizar su necesidad fisiológica a 150 metros de la carretera a Nazareno,
cerca de Francisco Villa. La víctima tenía entre 40 y 45 años y era de complexión robusta. La Policía Ministerial dedujo que la víctima fue “levantado” y ultimado entre el 24 ó 25 de octubre. A pesar de que se
buscó entre los reportes de desaparecidos nunca fue identificado.
POR EL RUMBO ENCONTRARON A ‘EL CHURRO’
El 25 de febrero de 2005 se informó que el entonces recién nombrado coordinador de agentes del Ministerio Público de la Federación, Jesús Reyes Espino, fue “levantado” por un comando formado por cuatro o seis personas entre las 21:30 y 22:00 horas del jueves 24 de febrero, mientras esperaba la luz verde del semáforo de la avenida Urrea, sobre la avenida Allende. Un familiar político que viajaba
en otro auto avisó al hijo del funcionario sobre el incidente.
El auto del funcionario, un Toyota Solara, modelo 2005, color perla, de la subdelegación de la PGR, fue localizado tres horas y media después del asalto por elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) adscritos a la PGR Coahuila, sobre la prolongación de la calle Independencia, en los límites de la colonia Jacobo Meyer de Torreón y Benito Juárez de Ciudad Lerdo.
El dos de marzo, envuelto en una colchoneta azul rey, atado con vendas en la cabeza, reforzado con cinta canela y con un mensaje amenazador fue encontrado sin vida al parecer por un empleado de una empresa refresquera a un costado de la carretera El Huarache- Nazareno. Nuevamente cerca del ejido Francisco Villa, a 400 metros. El agente del Ministerio Público Federal dijo que fue estrangulado con una soga. “Ch... tu madre, voy acabarcontigo y toda tu gente”, estaba escrito con plumón negro en una hoja de papel blanco, mensaje que fue colocado en el pecho del ejecutado.
LOS REGIOS
El seis de julio de 2006 los cuerpos sin vida de tres personas del sexo masculino fueron encontrados semienterrados por dos campesinos del ejido Monterreycillo en un paraje ubicado a un kilómetro del poblado La Loma. Las víctimas presentaban huellas visibles de tortura, se encontraban atadas de pies y manos, además de que sus rostros estaban vendados.
Al día siguiente del hallazgo se supo que los tres hombres encontrados muertos eran de Nuevo León, a donde se dirigían luego de visitar al hermano de uno de ellos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Durango, que había sido procesado por transportar media tonelada de marihuana.
Los occisos eran Francisco Javier Gutiérrez González, de 38 años, trailero, Héctor Javier Castillo Ornelas,
de 27 y Héctor Garza Herrera, de 26 años, todos de Santa Catarina. Desde el 29 de junio la esposa del trailero, acudió a las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, a interponer denuncia por la desaparición de su marido quien viajaba en compañía de los otros en una camioneta que nunca apareció.
El trailero habló desde un teléfono público del Cereso y lo hizo de nuevo desde Cuencamé. Fue lo último
que su mujer supo.
LOS PILOTOS
El 8 de febrero de 2007 los medios de comunicación se enteraron del hallazgo de cuatro cuerpos, siempre se mantuvo hermetismo sobre el lugar donde fue el descubrimiento aunque se dijo oficialmente y -sin especificarque en un paraje de Lerdo. Posteriormente se supo que tenían entre uno y medio o dos años sepultados y que fueron ejecutados.
La PGR dijo no contar con información, pues estaba a cargo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Por ello los alcaldes de Torreón, Gómez y erdo pidieron información pero su solicitud no tuvo éxito.
Mediante un comunicado oficial las autoridades federales confirmaron el 21 de febrero de 2007 que dos de lo cuerpos eran de dos pilotos, un agente de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y un empresario de Nuevo León, no obstante no se mencionó la identidad y ésta sigue sin darse a conocer.
Como se informó oportunamente, la desaparición de los pilotos Gerardo Rivera y Rogelio Puig Escalera, ocurrió el domingo 31 de julio de 2005 luego que el avión en que llegaron procedentes del estado de México aterrizara en Lerdo, en donde viajaban otras tres personas: Arturo Vidal, jefe de Puig Escalera, y Alfredo, alias “El Arqui” así como Gabriel Rangel.
La tripulación llegó a Ciudad Lerdo en una aeronave propiedad de Tomás Cavazos, jefe del piloto Gerardo
Rivera, quien contrató como copiloto a Ricardo Puig. Los familiares de ambos interpusieron denuncia tras la desaparición en la Subprocuraduría de Justicia.
Nadie lo hizo por los otros tres.
EL ENSABANADO
El 2 de mayo de 2007 el cadáver de un hombre fue encontrado envuelto en una sábana en la carretera al ejido El Huarache, justo en el kilómetro 3.5 de dicha carretera federal (Gómez Palacio- La Unión) a la altura del restaurante Mazatlán.
El cuerpo estaba amarrado de pies y manos, presentaba múltiples quemaduras en los tobillos, muñecas, pecho y espalda y una fractura de tráquea ocasionada con un alambre o un cordón muy delgado.
Murió asfixiado. El hallazgo lo hizo un policía preventivo en la madrugada. La víctima fue identificada por su esposa al día siguiente, se trataba de Luis Alberto Velázquez Castañeda, de 34 años de edad, que tenía su domicilio en Torreón, ciudad donde tenía antecedentes policiacos por robo de accesorios de vehículo
y daños, uno de los reportes de la DSPM señala que pudo tener relación con la famosa banda de “aleteros”.
DECAPITADA
El mismo 2 de mayo de 2007 los familiares de Rocío Arcaute García, acudieron a la Subprocuraduría de Justicia del Estado para denunciar la desaparición de esta mujer de 28 años de edad, siendo el viernes 27 de abril la última vez que la vieron.
El 4 de mayo las empleadas de un motel ubicado en la colonia Villa Jardín reportaron que en avenida Jacintos entre las calles Orquídeas y Pensamientos estaba un cadáver, era el de Rocío.
El cuerpo fue encontrado sin cabeza, desnudo y escondido entre los matorrales. Los asesinos metieron el
cuerpo en dos bolsas negras, la primera le cubría de los hombros a la cintura y la segunda de la cintura hacía abajo, pero los perros callejeros rompieron la bolsa que cubría los pies y se comieron varios dedos del pie izquierdo.
Las personas sujetas a investigación por este crimen (su esposo y su pareja sentimental) que habían sido
detenidos quedaron libres bajo las reservas de la Ley al vencer el término constitucional que tiene el Ministerio Público para definir la situación legal de una persona. La cabeza de la víctima no se recuperó.
LO QUE DICE LA AUTORIDAD
Desde hace meses el Municipio reforzó la cantidad de patrullas de Seguridad Pública que dan vigilancia a los poblados que se encuentran a los costados de la carretera a Nazareno (antes había dos y ahora son 4) lugar donde han aparecido varios de los cadáveres siendo esta vía jurisdicción de la Policía Federal Preventiva (PFP). “Lo hacemos porque la carretera se presta a todo esto, ponemos nuestro empeño en
dar vigilancia al sector pero el marco en el que se encuentra tiene condiciones propicias, no puedo poner una patrulla cada 100 metros, no las tengo”, dijo el coordinador de Seguridad Pública Jorge Jiménez Favela.
La carretera de noche es sumamente oscura, sólo los autos que circulan por ahí y deslumbran al acercarse
permiten ver sus límites, pues está enmarcada en amplios parajes rurales repletos de matorrales, tiene
poco tráfico vehicular, es angosta y peligrosa en varios tramos debido a sus curvas y al área montañosa
“Cuesta de la Fortuna”, donde han ocurrido múltiples accidentes.
El Siglo de Torreón ha hecho varios recorridos a distintas horas del día y aún en la noche. No se ha visto por lo menos una unidad de la PFP.
Por culpa de la geografía
Las autoridades atribuyen a la situación geográfica el hecho de que se use al municipio de Lerdo para arrojar cadáveres.
■ Colinda al norte con los municipios de Mapimí y Gómez Palacio; al sur con el municipio de Cuencamé; al
oriente con el municipio de Gómez Palacio y el estado de Coahuila y al poniente con los municipios de
Mapimí y Nazas.
■ Cuenta con una extensión de 1,868.80 kilómetros, que representan el 1.7% de la superficie del estado de Durango.
■ Tiene grandes extensiones de zonas montañosas como: el Cañón de Fernández, cuyo fondo sirve de cauce al río Nazas, el Cañón de Huanchi y el del Borrego. Al norte se localiza la Sierra del Rosario. Las elevaciones más importantes del municipio son: Sierra del Rosario, Sierra de Mapimí, Sierra España, Sierra el Sarnoso, Sierra Patrón, Sierra la Presa y Sierra los Lobos.