EL SIGLO DE DURANGO
SANTIAGO PAPASQUIARO, DGO.- Cristiano Díaz Nevárez, de 66 años de edad, espera ver pasar la Navidad como cualquier otro día normal: la mesa no tendrá pavo ni regalos, con su esposa se alimentarán de resignación frente a las carencias y la crisis económica.
Pasaba de la 1:00 de la tarde, Cristiano no había vendido nada en su negocio instalado en la Plaza José Ramón Valdez, a pesar de que los artículos del hogar que ofrece a las amas de casa son más baratos que en otros lugares.
Tal como Cristiano, muchos comerciantes atraviesan por la misma situación: las ventas aún no repuntan, se asienta la crisis en este tiempo en que debería haber más circulante.
PETICIONES
No obstante, algunas personas esperan las posadas en compañía de sus familias; los deseos y buenos propósitos, llenan el espíritu y la fe. Hay quienes ya hicieron sus peticiones a Santa Claus, otros al Niño Dios y a los Santos Reyes, pero Cristiano no lo hace así.
Es el sostén de la familia, sus hijos ni nadie le da ayuda, vive en las inmediaciones de la ciudad con su compañera de siempre.
UN DÍA MÁS
La Navidad sólo significa un día más, sin regalos ni pavo qué comer, ya que ese día se la pasará trabajando en la calzada para aportar un peso más a su familia.
Para Lorenzo Cárdenas Unzueta, de 69 años de edad, la Navidad no existe, pasó a ser quimera, una triste realidad, pues para muchos esa esperada noche Santa Claus no llegará a la puerta.
Dafne Natali Quiñones Nevárez, de nueve años, le pide a Santa un microscopio y una muñeca; Carlo René Sánchez opina que la Navidad es sólo mercadotecnia y por eso luego viene la “cuesta de enero”, porque toda la gente gastó y se endeudó más de lo que debía.