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La Navidad según el bolsillo

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Yohan Uribe Jiménez

Con pavo, carne asada o lo que alcance, miles de familias laguneras realizarán hoy la tradicional cena de Nochebuena. Lourdes, Jaime y Julio festejarán el nacimiento de Jesús de Nazaret de acuerdo a sus posibilidades, pero con el mismo espíritu y en compañía de sus seres queridos.

En la Comarca Lagunera, como en la mayoría de las regiones mexicanas, la Navidad es una de las festividades más importantes y esperadas del año. Personas de todas las condiciones sociales realizan una serie de ritos y actividades pensadas para la Nochebuena del 24 de diciembre, fecha en la que suelen festejar en familia el nacimiento de Jesucristo.

En México tradicionalmente los preparativos para esta fiesta se dan a partir de 13 de diciembre, luego del Día de la Virgen de Guadalupe, aunque los comerciales radiales, avisos publicitarios, centros comerciales empiezan las “ofertas navideñas” después del Día de las Brujas (31 de octubre), y es cuando los disfraces y las calabazas son reemplazados por luces, pinos, renos y santa clauses.

El espíritu de la Navidad es adaptable, cada sector de la sociedad cuenta con su propia manera de celebrarla, la cual está marcada por costumbres como la cena, las bebidas y los regalos, sin embargo hay un factor que determina el festejo: la posibilidad económica de cada familia.

Para celebrar la Nochebuena, algunas familias laguneras pueden gastar hasta 80 mil pesos, mientras que la mayoría apenas alcanza a destinar unos 3 mil pesos. Muchas familias utilizan un recurso muy solicitado por estas fechas: tocar a las puertas del crédito, “calentar” los plásticos bancarios.

Lourdes visitará hoy una conocida tienda departamental de la ciudad, en ella espera encontrar los regalos de sus tres hijas adolescentes de 12, 15 y 17 años, el de su esposo, empresario constructor independiente, y el de cinco personas más que visitarán su casa el 24 de diciembre: sus dos suegros, su cuñado con su esposa e hija. Luego buscará en otras tres tiendas lo necesario para la cena y algunas cosas para decorar la mesa.

Las cartas dirigidas a Santa Claus desde el Campestre de Gómez Palacio, colonia donde vive Lourdes y su familia, son muy parecidas en sus peticiones: artículos tecnológicos de lujo, ropa importada y perfumes costosos. Incluso algunas de las misivas llevan como pedido algo que le será difícil acomodar a Santa Claus en su trineo: “un coche”. Muchas de las solicitudes se quedan en deseo, pero la mayoría se cumple, “todo sea por pasar bien la Navidad y ver el rostro de felicidad en los hijos”, comenta Lourdes.

Entre los regalos de sus hijas -un iPod touch de 6 mil pesos, un celular de 4 mil 900 y una cámara digital de 5 mil 900-, de su esposo -una palm de 4 mil 100 pesos-, de sus suegros -un perfume de mil 300 pesos y una bolsa para palos de golf de 2 mil 600-, demás familia -varios regalos de 6 mil 500 pesos en promedio-, y el de ella, en el que piensa gastar unos 5 mil, Lourdes desembolsará alrededor de 36 mil pesos.

A lo anterior hay que sumarle la cena, cuyo menú incluye “sopa de almendras, pavo relleno, ensalada navideña, puré de papas dorado con alcaparras, de postre unas trufas navideñas acompañadas de una compota de Navidad, el ponche y el vino, algún Bordeaux Cru Classé”. El costo de estos alimentos y bebidas ronda los 20 mil pesos, sin contar los manteles, las copas y demás artículos que se estrenarán. Así que Lourdes y su familia destinarán unos 60 mil pesos para convivir en la Nochebuena.

UNA CELEBRACIÓN “A 12 MESES”

A diferencia de la celebración de Lourdes, que es pagada al contado, la casa de Jaime, ubicada en la colonia La Fuente, será visitada por Santa Claus hoy gracias a las “12 mensualidades sin intereses”. Este es el caso de la mayoría de las familias de clase media que con el fin de celebrar la tradicional fiesta, son enganchados por las promociones de las tiendas, que hacen su agosto en diciembre.

Jaime, ingeniero de una maquila textil, sacrifica muchas cosas por estas fechas con tal de que su familia tenga una cena de Navidad con regalos y sonrisas. Sus dos hijos, de 5 y 8 años de edad, le escribieron a Santa para que les arrojara por una chimenea que no tienen un play station y una colección de muñecas de la barbi. Afortunadamente para Jaime la tienda que visitó tenía estos dos productos a costo total de 6 mil 300 pesos a crédito de 12 meses sin intereses y que tendrá que empezar a pagar en marzo.

Ya en la tienda aprovechó la promoción para comprar también el regalo de la esposa -unos zapatos de 850 pesos-, el de su papá -un reloj de 350 pesos-, y el de su mamá -un suéter de lana de 420 pesos-.

En la casa de Jaime la celebración será mas relajada que en la de Lourdes. “De lo que se trata es de compartir en familia, tomarnos una cervezas, convivir con mis papás, porque los de mi esposa están en Veracruz, ver a mis hermanos y sus familias. La cena es lo de menos, de eso se encargan las mujeres: vamos a cenar pavo, ponche y una deliciosa botana”.

La cena navideña para una familia de clase media promedio puede llegar a costar alrededor de 3 mil 200 pesos para unas siete personas, y puede incluir pavo, verduras, puré de papa, ensalada, ponche y un brindis con sidra. Sin embargo, a esto hay que sumarle el costo de las cervezas, una botana y los bolos o dulces para los niños, lo que subiría el costo a unos 5 mil pesos.

Al los regalos y la cena hay que sumarle la ropa, porque el 24 de diciembre es una fecha para estrenar alguna prenda de vestir. Jaime tuvo que sumarle a su gasto lo necesario para que sus niños lucieran impecables para Nochebuena, por lo que se endeudó con otros 4 mil 800 pesos.

Debido al crédito, los casi 20 mil pesos que Jaime gastará para celebrar la Navidad no los habrá terminado de pagar todavía cuando el almanaque marque la hora de sacar el arbolito el año que entra.

CARNE ASADA EN VEZ DE PAVO

Para una familia como la de Julio, de oficio albañil, la Navidad es diferente. Julio dice que lo que más le gusta de estas fechas es que todos en su colonia, La Vencedora de Torreón, están contentos, bailan, comparten la cena y se felicitan. “Yo estoy esperando que llegue el sábado para ir a comprar los regalos de mis cuatro hijos y mi mujer, a las niñas les voy a comprar ropa que es lo que más les falta, claro que ahí en la Alianza puedes comprar en el tianguis algunas muñecas o juguetes para los niños”.

La cena en casa de Julio tendrá un menú especial para la Nochebuena. En La Vencedora el pavo es sustituido por la carne asada, el vino por cerveza y el postre por dulces. Julio destina todo su ingreso y el dinero de los trabajos que ha realizado de forma independiente en su tiempo libre para dicha celebración. Con 4 mil pesos no sólo comprará la cena -carne, salchichas, chilacas, cebolla, aguacate, cerveza y refrescos-, también ropa y juguetes para su familia.

Son muchas las familias que con poco dinero celebran una Navidad decorosa, porque en el mercado Alianza y en los puestos de la calle una muñeca de fabricación china puede costar 70 pesos, un pantalón para niño 90, unos zapatos 100 pesos y, como dice Julio, “para nosotros lo más importante en estas fechas es saber que estamos con bien, que nos podemos tomar unas cervezas con la familia y los vecinos, poner música y bailar porque esta es una fecha de amor y paz”.

Al contado o a crédito, quienes tienen la posibilidad de celebrar la Nochebuena en compañía de sus familias, con regalos, brindis y sonrisas, se sienten privilegiados sin importar los recursos económicos que destinen al festejo. Ricos, pobres o clasemedieros esperan la llegada del 24 de diciembre para abrazar a sus seres queridos y decir: ¡Feliz Navidad!

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