La Laguna vibró por noventa minutos en un solo latir.
TORREÓN, COAH.- Toda La Laguna vibró por noventa minutos en un sólo latir, llegó al Corona para demostrar que esta región no sólo es conocida por su equipo de futbol, sino por la entrega y la lucha en todo momento. No se necesitaba un milagro, porque todo el mundo sabía que Santos iba a dar el máximo esfuerzo en la cancha, y el papel del público era apoyarlo con todo hasta el último suspiro.
La afición albiverde elevaba las manos, la voz, la oración y hasta las esperanzas para que la tarde fuera de las mejores en la historia del futbol lagunero.
Al salir a su cita con la historia, el equipo albiverde es cobijado por un estadio y por toda la Comarca Lagunera, que seguía pendiente en la radio, el televisor o en lo que fuera.
Inició el encuentro, todo se paralizó en esta región. Rodó el balón al mismo tiempo que miles de aficionados palpitaban. Sin embargo Pumas pegó primero, pero el ánimo no decayó saliendo el orgullo lagunero de no dejarse y responder con fuerza.
Ludueña regresa la sonrisa con dos goles que demuestran que los Guerreros no caerán tan fácilmente. El público hizo su juego, ya que sabían que no había mañana. Los primeros 45 minutos fueron vertiginosos, una muestra de buen futbol.
La llegada del medio tiempo presagió un bajón en el ambiente. Las Guerreritas casi pasaron desapercibidas, se esperaba que pudieran prender a un estadio que ya estaba prendido. El juego de los aficionados se acabó con el primer concursante que destruyó los “pinos”.
Pero el segundo tiempo salió el ingenio de Ferreti, al ordenar quitar el balón, meterle hielo a toda La Laguna, disminuir la peligrosidad de Santos. El premio fue un contragolpe que mató toda la ilusión.
Y se creía que todo acababa ahí. La imprecisión en los pases, la poca concentración por momentos y la desesperación empezó a correr por las venas de cada unos de los asistentes. Parecía que ya no había razón para luchar.
Los Guerreros sacaron la casta en ese momento al conseguir dos tantos, que les recordó que el orgullo de este equipo es más grande que cualquier contrariedad. El Corona volvió a saltar y a vibrar.
El palpitar se aceleraba en los últimos cuatro minutos de compensación. Un tiro que debió meterse de Benítez y una llegada que parecía penal fue lo último.
Pitó el final Roberto García y terminó el torneo para Santos, pero el corazón que mostró el equipo es lo mejor, aunque un mal juego en CU fue lo que eliminó a los Guerreros.
El grito de ¡Santos! se hizo presente, siguió en varios lugares de la Comarca y seguirá por muchos años, porque el corazón de toda La Laguna se unió para demostrar que no es fácil de vencer. Los albiverdes pelearon como Guerreros, y la afición sabe que lo realizado en este torneo es para llevarse en la mente y para estar orgullosos de que este equipo representa a millones de laguneros. Ayer La Laguna estuvo en el Corona y vio cómo sus Guerreros se entregaron hasta el último minuto.
