Los empresarios del ramo gasolinero encontraron el mecanismo apropiado para que su economía no sea afectada con el impuesto a depósitos en efectivo.
Respiran tranquilos los gasolineros puesto que han encontrado la forma de disminuir los impactos del Impuesto a Depósitos en Efectivo que entrará en vigor en el 2008.
Jaime Mijares Casas, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en Durango, relata que se logró la autorización de que las empresas paraestatales no causen el impuesto.
“Si una estación de servicio, en lugar de depositar el efectivo en la cuenta de banco lo deposita en la cuenta de la empresa, en este caso Petróleos Mexicanos (Pemex), no causamos el impuesto”, describe.
Esto fue un acuerdo que logró la Onexpo en el país y cubre a todas las empresas privadas que tienen relación con paraestatales.
“Incluso, los gobiernos estatales y municipales no son causantes del impuesto. Lo que sí hay que ver es que se debe modificar la ley para efecto de que son deducibles aquellos gastos, en efectivo, menores a dos mil pesos; tienen que cambiarlo porque vamos a estar depositando puros efectivos a cuenta de facturas que valen de acuerdo a la capacidad del tanque”, menciona Mijares Casas.
El 93.5 por ciento de los ingresos que reciben las estaciones de servicio es de Pemex conforme lo aclara el entrevistado.
“Nosotros nada más jugamos con el 6.5 por ciento, si nos ponen a nosotros un impuesto de ese tipo nos vamos a ver afectados pagando por un ingreso que es de Pemex”, indica con el dicho que son cerca de 77 gasolineras las que surten con la paraestatal.
Mijares Casas anuncia que cerrarán el 2007 con un aumento en ventas del 3.5 por ciento en comparación con el 2006.
