Eleazar Chávez junto a una de sus obras a escala, Sovereing of the Seas (Soberano de los Mares).
Relojero de oficio, Eleazar Chávez Vázquez guarda en su local una de sus más grandes pasiones: el modelismo. Desde las más pequeñas piezas hasta el armado completo, don Eleazar construye a escala autos, aviones y sobre todo barcos famosos
TORREÓN, COAH.- A sus 75 años de edad, Eleazar Chávez Vázquez, es relojero, carpintero, tornero y amante del modelismo; le apasiona la construcción a escala de autos, aviones y barcos famosos.
El oficio de relojero le fue heredado de su padre, mientras que la afición por el modelismo le nació a la edad de 12 años.
Entrevistado en el interior de su relojería Eleazar, acompañado por María Teresa, su esposa y la madre de sus hijos, cuenta cómo es que surgió la pasión por su segunda ocupación.
Rodeado por más de 10 de sus obras a escala, entre las que destacan el Titanic y el Sovereign of the Seas (el Soberano de los Mares), Chávez cuenta que a la edad de 12 años, armó su primer avión: “Fue un tipo Aeronca, me acuerdo que lo vi en una tienda a 2.50 (pesos), así es que corrí para pedirle dinero a mi padre, pues en ese entonces yo era estudiante”, platica sonriente.
Se destruyó como muchos tantos aviones, pues además de armarlos, jugaba competencias con sus amigos y vecinos. Cerca de 500 son los aviones que ha armado en más de cuatro décadas, “y otros tantos los construí”, dice orgullos Chávez.
LOS BARCOS
Aunque su pasión por el modelismo inició con el armado de aviones y automóviles, desde hace más de dos décadas se ha dedicado a la construcción y armado de barcos históricos.
Madera, plástico, metal, cuerdas y pintura, bastan para que Eleazar pierda la noción del tiempo y construya hermosas obras de arte.
Hasta dos años pueden pasar para que un barco esté totalmente construido con el más mínimo detalle. “Dos años invirtiendo cuatro horas diarias de lunes a domingo”.
“Hay días en que me levanto a las seis de la mañana y él apenas se va a acostar, es que se emociona cuando está construyendo alguno de sus barcos”, comenta María Teresa, quien dice estar orgullosa de Eleazar.
Ninguna de las piezas de los barcos construidos por Eleazar son compradas, ya que asegura que cada una de las partes ha sido elaborada por él. Con la ayuda del torno para reparar los relojes que llegan hasta su negocio, hace los cañones, marcos de las ventanas y adornos de cada uno de sus barcos.
Además, cuenta con su propia carpintería, acondicionada en una de las habitaciones de su hogar, “tiene todo, hasta para hacer los bordados de las velas”, dice su esposa, “aunque a mí me toca barrer todo el material que deja por todo el piso, lo admiro mucho”.
“Estar frente a esas pequeñas piezas armándolas cuidadosamente, es como una terapia, te olvidas de todos los problemas por un momento”, asegura Eleazar, quien cuenta que antes de comenzar a trabajar, es necesario documentarse, hacer planos y cuentas por más de 15 días para que todo salga a la perfección.
RECONOCIMIENTOS
Eleazar, pese a que se considera el único modelista en su tipo en la región, comenta que sólo ha realizado un par de exposiciones en la ciudad.
“La primera fue un 15 de octubre de 1997, en el Archivo Municipal, ahí estuvieron mis obras durante 15 días… recibí un reconocimiento por parte del Ayuntamiento”, cuenta el modelista, cuyo documento adorna su negocio.
Aunque ha ganado más de una decena de concursos, menciona que su mayor satisfacción es ver terminada su obra, “me ha pasado que después de dos largos años, veo los barcos y me pregunto ¿a poco los hice yo?”, menciona Chávez.
Es tanto el amor que les tiene a sus obras que comenta que se han convertido como sus hijas, “nuestros hijos también están orgullosos, aunque ninguno de ellos heredó el amor que tiene mi esposo por el modelismo”, comenta María Teresa.
Aunque en cada uno de sus barcos invierte alrededor de dos mil pesos y varias horas de trabajo todos los días, menciona que expertos en arte han llegado a valuar sus obras en más de 50 mil pesos, “si algún valiente llega y me ofrece esa cantidad, claro que acepto, sé que me dolerá mucho porque son como mis hijas, pero creo que sí lo haría”, cuenta Eleazar Chávez.
Ahora que ha terminado la réplica de una de las naves de Colón, la Santa María, menciona que tiene en mente la construcción del navío británico H.M.S Victory comandado por Horatio Nelson, el cual participara en la batalla de Trafalgar hace más de 200 años.
Eleazar deberá esperar dos años para ver esta nueva obra detrás de un vitral, formando parte de su colección que adorna su pequeña relojería.
SU TERAPIA
“Estar frente a esas pequeñas piezas armándolas cuidadosamente es como una terapia, te olvidas de todos los problemas por un momento”.
ELEAZAR CHÁVEZ VÁZQUEZ,
RELOJERO Y MODELISTA
