Oswaldo Sánchez atiende a sus numerosos seguidores, poco después de terminar la práctica ligera de Santos Laguna con miras a su partido de hoy ante los Diablos del Toluca. (Fotografía de Ramón Sotomayor Covarrubias)
Toluca, México.- Llegaron los Santos a Toluca y ya tocaron la pasión de los aficionados mexiquenses. Ayer los Guerreros fueron invitados a realizar su último entrenamiento previo al juego ante el Toluca, en las instalaciones de la planta de Barcel que se encuentra en la zona industrial de la capital mexiquense.
Desde muy temprano, los trabajadores y trabajadoras de la empresa de botanas sentían que iba a ser un día muy diferente. “Íbamos a jugar los de seguridad con ellos pero somos mucha pieza para ese equipo”, alardeaba el guardía de seguridad que resguardaba la entrada a las instalaciones.
A las 11:00 horas arribaron los Guerreros y todo cambió. La gente de seguridad, los encargados de la elaboración de las frituras, los de mantenimiento, las encargadas del comedor, los administrativos y hasta las secretarias, se reunieron en la cancha para ver a los invitados especiales.
Los jugadores albiverdes iniciaron su entrenamiento ante la mirada de los dueños de la cancha, que esperaban tener la oportunidad de llevarse el autógrafo, el saludo y la foto con los jugadores y cuerpo técnico.
El más seguido fue Oswaldo Sánchez, que arrebataba el suspiro de las chicas que dejaron por unos instantes sus oficinas y la admiración de los encargados de la producción, quienes vestían sus uniformes blancos, así como su protector de cabello y boca.
Muchos llegaron con las playeras de sus equipos favoritos, aunque brilló por su ausencia la roja del Toluca, a pesar de estar en sus dominios. Chivas, Atlas, América y entre otras se vieron en una mañana fresca, que a diferencia de lo que sucede en nuestra región el sol quema pero el viento contrarresta los efectos del astro rey.
Sin embargo La Laguna se lleva en la mente y en la sangre, varias camisetas de Santos Laguna se hicieron presentes en Toluca. Uno podría pensar que para quedar bien los administrativos se pusieron a fuerzas la albiverde. Pero no fue así, varios de ellos son originarios de La Laguna y debido a trabajar en esta empresa tuvieron que emigrar a esta ciudad.
“Yo ya tengo 15 años aquí pero no me olvido de mi equipo” decía uno de los administrativos que portaba el uniforme de los Guerreros con gran orgullo. “De hecho aquí en esta planta hay muchas personas de allá que han venido a trabajar en esta empresa. De hecho quien recibió al equipo lagunero fue Armando Medina, gerente de la planta, quien portaba la playera verde y negra, es orgullosamente lagunero y junto a otros paisanos asisten a los juegos del Toluca, enfundados con la camisa de los Guerreros.
Oswaldo se aparta del grupo para hacer su entrenamiento y empieza a platicar con dos trabajadores de producción, lo que provocó que varios de los espectadores se acercaran al portero nacional para tomarle la foto. “Cierren la boca, parece que nunca han visto a un jugador”, comentaba un compañero a sus amigas quienes no perdían ningún detalle del entrenamiento ligero.
“Por favor, afuera de la cancha, detrás de los anuncios”, pedía un encargado de seguridad para poder mantener aislados a los jugadores. Al final la euforia no se pudo detener y los 300 asistentes a este entrenamiento invadieron la cancha y buscaron acercarse a sus ídolos. Oswaldo, Daniel, Vuoso, Ludueña y “Lorito” fueron los más asediados, el “Tano” Ortiz tambien se quedó un poco más para firmar playeras, balones, cualquier pedazo de papel. “Mira, tómale la foto a ese... ¿cómo se llama?” le preguntaba uno de los invitados al preparador físico Bongiovanni, “se llama Fernando Ortiz”.
Finalmente los Guerreros se retiraron, dejando un buen sabor de boca en cada unos de los trabajadores de esta planta, algo que no olvidarán tanto grandes como chicos. “Cuando voy a La Laguna, algunos de los compañeros que son de allá me piden: tráeme carne y El Siglo de Torreón”, comentó un paisano que no olvida su alma de guerrero.