La piel, el pelo y las uñas son órganos que dan evidencia de un estado nutricional adecuado o deficiente según el caso.
La desnutrición y obesidad son una pareja letal en el mundo, ya que representan una grave amenaza para la salud de nuestra dermis.
A nadie sorprende que se diga que la obesidad es el resultado de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, lo cual frecuentemente se da como consecuencia de seguir una dieta con alta densidad energética, baja en fibra, con elevado consumo de bebidas azucaradas, todo conjugado con una escasa actividad física. Esto hace estragos en la salud general, y de paso afecta seriamente la piel.
Quienes se desviven por lucir un cutis de porcelana o que cada milímetro de su epidermis sea lozano, deben comenzar a cuidarse del sobrepeso. La doctora Linda García Hidalgo, integrante de la Federación Mexicana de Dermatología (FMD), dice que los trastornos alimenticios conducen a múltiples complicaciones que puede afectar a los vasos sanguíneos (hipertensión arterial), al sistema nervioso y al hígado.
Además propician la aparición del cáncer de colon, e impactan negativamente en las articulaciones y la piel.
La lista de problemas aunados a los kilos de más son: Acantosis nigricans, que se localiza principalmente en los pliegues de cuello, axilas, ingles y salientes óseas como dorso de manos, codos, rodillas, región periumbilical. Provoca placas hiperpigmentadas, gruesas, de aspecto aterciopelado, semejante a la piel del elefante. Identificar esta dermatosis -sobre todo en niños- es muy importante, ya que es un signo potencial de la existencia de diabetes mellitus.
En estos casos, afirma la especialista, "hay que evitar la fricción con zacates o cepillos, ya que sólo aumentará la hiperpigmentación y puede dañar más la piel".
La insuficiencia vascular (várices) se forma en trayectos venosos en las piernas, que se pueden hinchar provocando inflamación con una piel roja, caliente, dolorosa y llega a ulcerarse con una coloración obscura (dermatitis por estasis).
Cuando persiste la inflamación, el volumen de las piernas aumenta permanentemente y la piel se hace más gruesa y se endurece, lo que dificulta el aseo de los espacios interdigitales, lo que provoca infecciones de repetición por la humedad y maceración.
Cambios reales
Otro miembro de la FMD, el doctor Javier Ruiz Ávila, dice que la desnutrición es la más común de las enfermedades y generalmente es causada por dietas deficientes debido a la falta de recursos económicos o enfermedades.
El estado nutricional en condiciones normales es resultado del balance entre lo consumido y lo requerido, determinado por la calidad y cantidad de nutrientes de la dieta y su utilización en el organismo.
"La piel, el pelo y las uñas son órganos que dan evidencia de un estado nutricional adecuado o deficiente según el caso, y esto se debe a que se encuentran sometidos a un recambio constante por lo cual utilizan una gran cantidad de energía para llevar a cabo todos sus procesos fisiológicos", comenta.
Detalla que la deficiencia de vitamina B (Niacina) produce pelagra, que afecta cuello, cara, manos y pies, causa enrojecimiento, ardor y comezón. Conforme evoluciona pueden aparecer grietas, oscurecimiento y se nota un aspecto quebradizo.
Si falta la vitamina B12 y ácido fólico, en el cuerpo se afecta la síntesis del DNA. Los vegetarianos pueden tener un consumo insuficiente de esta vitamina. Clínicamente se observa en la piel una hiperpigmentación simétrica de las extremidades y puede haber estrías en las uñas.
Y la vitamina C tiene un papel importante en la formación del colágeno: su deficiencia se ve habitualmente en los individuos con una inadecuada ingesta de frutas y vegetales, en los ancianos y en personas con problemas de abuso de alcohol.