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La pobreza

Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“La única lucha válida es la lucha por los pobres y los oprimidos”.

Ernesto Cardenal

Este 24 de diciembre el periódico La Jornada publicó una entrevista con el poeta y sacerdote católico nicaragüense Ernesto Cardenal, ministro de Cultura del Gobierno sandinista en los años ochenta. Cardenal defendió en esa conversación la violencia revolucionaria, aun desde el punto de vista de la religión católica, siempre y cuando ésta se emplee para combatir la pobreza.

Me pregunto si esta defensa de la violencia sería considerada aceptable por Jesús, quien rechazó cualquier tipo de violencia y, de hecho, sugirió que la mejor defensa contra una agresión era volver la otra mejilla. Pero en todo caso ése es un problema para los católicos o los cristianos, como el sacerdote Cardenal. Quienes no lo somos debemos pensar más bien si la lucha violenta es la mejor forma de combatir la pobreza.

La experiencia nos dice que no. Las revoluciones violentas pueden tener virtudes, entre ellas la de derrocar a tiranos, pero no combaten la pobreza. Esto no lo logró ni la Revolución Francesa de 1789, ni la Revolución Mexicana de 1910, ni la Revolución Rusa de 1917. Por el contrario, todas ellas generaron periodos de mayor pobreza como consecuencia de la disrupción de los aparatos productivos y los sistemas comerciales.

Cardenal, a quienes algunos han propuesto como candidato para el Premio Nobel, afirma: “La única sociedad posible es el socialismo. No hay más que capitalismo y socialismo. El capitalismo es el egoísmo, lo cual es antihumano, y el socialismo es lo comunitario y lo solidario, lo cual es realmente humano porque la naturaleza humana es esencialmente solidaria”.

El escritor y político nicaragüense Cardenal no usa el término socialismo para referirse a las socialdemocracias de los países de Europa o de Chile, que promueven una economía capitalista con políticas gubernamentales de redistribución de la riqueza, sino a un régimen comunista en el que no se permite la actividad económica libre.

Hijo de una familia acomodada, como tantos izquierdistas, Cardenal afirma que el capitalismo, el neoliberalismo y la globalización de la economía sólo generan pobreza. La historia, sin embargo, nos dice lo contrario. Ha sido la economía de libre empresa y no el comunismo, el régimen de libertades y no el autoritarismo, la globalización y no el aislamiento lo que ha permitido a millones de seres humanos escapar de la pobreza.

La Revolución China encabezada por Mao Zedong es un ejemplo notorio. El triunfo de la lucha armada en 1949 y el establecimiento de un régimen comunista no trajeron consigo una reducción de la pobreza o siquiera una mejoría en el nivel de vida los chinos. Todo lo contrario, los años cincuenta y sesenta fueron un periodo de enorme pobreza para el país. La actividad industrial del país cayó 50 por ciento y la producción agrícola descendió 25 por ciento. El hambre mató a millones de personas.

China no empezó a reducir la pobreza sino hasta fines de los años setenta, una vez que la muerte de Mao permitió a su sucesor, Deng Xiaoping, rechazar el comunismo y el aislamiento y adoptar el capitalismo y la globalización. China no es un paraíso hoy, por supuesto, pero la pobreza abismal generada por los años de comunismo maoísta ha empezado a quedar atrás. El capitalismo ha permitido que 400 millones de chinos hayan dejado atrás la pobreza extrema, una cifra sin precedentes en la historia de la humanidad.

Si bien muchos países del mundo, entre ellos Nicaragua del que Cardenal fue ministro, siguen hundidos en la pobreza, otros han logrado escapar a la pobreza en los últimos años. Entre ellos se encuentra España e Irlanda en Europa, Singapur, Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán en Asia y Chile en América Latina. Ninguno ha seguido el curso del comunismo y el aislamiento que promueve Cardenal como solución contra la pobreza; por el contrario, todos han optado por el capitalismo y la globalización.

Coincido con Ernesto Cardenal, el hijo de familia rica que se sintió ofendido por la pobreza en su país y se convirtió en sacerdote, poeta y socialista, en la necesidad de combatir la pobreza. En lo que no creo es que ésta se pueda derrotar realmente con revoluciones violentas o con un sistema como el comunista que elimina los incentivos para el esfuerzo económico.

Si realmente quienes se sienten conmovidos por la pobreza, como Cardenal, estuvieran dispuestos a entender lo que se necesita para reducirla o eliminarla, no seguirían jugando con la violencia revolucionaria y el comunismo. Pero quizá lo que ocurre es que estos hombres y mujeres están tan enamorados de su misma imagen como combatientes contra la pobreza que necesitan que ésta exista para justificar sus sueños.

EL SENADO

El Artículo 68 de la Constitución señala con claridad: “Las dos Cámaras residirán en el mismo lugar”. Sin embargo, la Cámara de Senadores ha empezado la construcción de una nueva sede en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México en un lugar distinto al Palacio Legislativo de San Lázaro en que la Cámara de Diputados tiene su sede. Para ello, los senadores gastarán –si no rebasan su presupuesto— 1,700 millones de pesos de los contribuyentes. Los legisladores, como vemos, son los primeros en violar las leyes que se emiten en nuestro país.

Página de Internet:

www.sergiosarmiento.com

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