EFE
Londres.- La británica Louise Brown, la primera bebé probeta del mundo, ha sido madre de un niño, que fue concebido de forma natural y sin ayuda de tratamientos de inseminación artificial, informa "The Times".
La hermana de Brown, Natalie, de 23 años, se convirtió en 1999 en la primera persona concebida en un tubo de laboratorio en ser madre, lo que disipó las dudas de los médicos de que las mujeres nacidas a partir de ese tipo de tratamientos no podían tener hijos sanos.
La noticia del nacimiento de Louise Brown, en 1978, dio la vuelta al mundo al culminar una década de investigación científica sobre la posibilidad de fertilizar óvulos fuera del cuerpo humano.
Su madre, Lesley, llevaba nueve años intentando quedarse embarazada cuando decidió someterse al pionero tratamiento en el hospital Kershaw Cottage de Lancashire (noroeste de Inglaterra), bajo la supervisión de los doctores británicos Robert Edwards y Patrick Steptoe, recuerda "The Times".
Los doctores fertilizaron uno de sus óvulos con esperma de su esposo, John, en una probeta, y el embrión resultante fue implantado en el útero de Lesley, que nueve meses después alumbró a su hija por cesárea.
La pareja tuvo después una segunda hija, Natalie, por el mismo proceso.