Desde el momento en que detuvieron a un individuo, los agentes lo agredieron hasta llevarlo a otro domicilio para que señalara a un presunto cómplice.
Agentes de la DEI mantienen técnicas arcaicas para encontrar “culpables” en indagatorias
Continúan usando el método de la tortura los agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango para hacer “hablar” a los aprehendidos y además para hacerlos inculparse o involucrar a otras personas.
Personal de este medio de comunicación entrevistó a la gente que hizo el señalamiento y vio cómo golpearon a un detenido en el momento de la aprehensión y posteriormente lo llevaron a otro domicilio y lo agredían físicamente para que declarara, escuchándose los gritos en las casas aledañas y hasta la calle, y aunque no permitieron al reportero ver a la persona para constatar las lesiones, en la Dirección de Averiguaciones Previas se verificó que efectivamente hay lesiones en las muñecas, espalda y en la cabeza.
A este respecto, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Apolonio Betancourt Ruiz, comentó que es algo que está estrictamente prohibido y que el mismo gobernador de la entidad, Ismael Hernández Deras, así como el procurador de Durango, Jesús Gutiérrez Vargas, han reprobado esta práctica que se veía desaparecida, y en caso de que se compruebe, los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), en este caso, caerían en una responsabilidad sumamente delicada y altamente penada.
CRÓNICA DE UNA PRÁCTICA QUE VIOLA LOS DERECHOS HUMANOS
El pasado martes, alrededor de las 14:00 horas, fue detenida con lujo de violencia una persona de nombre Rafael Simental Romero, en la calle Abasolo, entre las vialidades Vicente Guerrero y Violeta, de la colonia IV Centenario, y tras introducirlo a un vehículo continuaron agrediéndolo, comentaron los vecinos del lugar, quienes en primera instancia pensaron que se trataba de un “levantón”, pues los aprehensores iban en un vehículo no oficial, una Jetta de color negro, sin placas de circulación.
El reporte llegó hasta el Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C-4), pues los familiares del retenido, por la forma como lo aprehendieron, también pensaron que se trataba de un “levantón”.
No pasaron más de cuatro horas cuando los vecinos de la calle La Llave, en el fraccionamiento Hernández, a un costado del templo de Nuestra Señora de Lourdes, vieron cómo llegaron a un domicilio por lo menos una decena de agentes de la DEI y “reventaron” la casa, derribaron dos puertas de madera y metieron con lujo de violencia a Simental Romero.
En las casas aledañas al sitio “reventado” se escuchaban los gritos del detenido, inclusive comentaron otras personas que pasaron por la calle que también oyeron cómo lo agredían.
“Ayúdenme, me están pegando los polis”, “ya, ya, está bien, voy a decir...” “ya déjenme, yo no sé nada”, son algunas de las frases que aunadas a gritos escucharon los habitantes del lugar.
Después vieron que a una patrulla subieron varias cosas como aparatos y partes de vehículos y de nueva cuanta sacaron con lujo de violencia a Simental Romero, junto con otro joven que al parecer estaba en la casa que violentaron, sin saber si existía una orden de cateo o de aprehensión en contra de los que llevaban detenidos.
Al día siguiente personal de este medio de comunicación entrevistó sobre el tema al subdirector de la DEI, Gustavo Rivera Ramos, quien consideró que no había tal situación y justificó la acción diciendo que en ocasiones se tiene que usar la fuerza estrictamente para someter a un detenido en caso de que éste sea violento, pero nunca para hacerlo declarar, añadiendo que el aprehendido no tenía una orden de aprehensión sino un orden para investigación.
Al respecto, Jesús Alberto Alejo Núñez, subprocurador general de Justicia, comentó que los agentes cuando retienen a alguien de inmediato deben ponerlo a disposición de la autoridad que lo requiere y no pueden andarlo “paseando” pues estarían cometiendo un delito de privación ilegal de la libertad.
Además, comentó que en caso de que los agentes hayan cometido una irregularidad se actuará en su contra, pues es una violación a la ley además de que las instrucciones del Gobernador son las de no solapar a nadie.
Rivera Ramos mandó traer al comandante Rangel, quien fue el que detuvo a Simental Romero y éste aseguró que en ningún momento se excedieron en la fuerza, sólo cuando lo aprehendieron porque agredió a un compañero y por eso lo sometieron pero dijo que no lo golpearon.
Posteriormente tanto Rivera Ramos y el comandante Rangel aseguraron que los familiares del detenido ya lo habían visto en los separos el día de la aprehensión y que no hubo queja alguna; sin embargo, parientes de Simental Romero comentaron que eso era mentira, pues no lo dejaron ver hasta el día siguiente.
Personal de El Siglo de Durango sostuvo un entrevista con los familiares del detenido y éstos aseguraron que el día de la detención fueron a la DEI para visitar a Simental Romero, pero no los dejaron verlo, pues primero les dijeron que ahí estaba y después que siempre no; total, hasta el día siguiente pudieron estar con él.
Comentaron que lo vieron golpeado, con la cara hinchada, heridas abrasivas en las muñecas, hematomas en la espalda y en la cabeza y al preguntarle que si lo habían agredido éste dijo que sí.
Ayer, el reportero de este medio de comunicación se volvió a entrevistar con el Subdirector de la DEI para solicitar la bitácora del personal de guardia para verificar a qué hora ingresó a los separos, si lo sacaron y cuántas veces, pero el funcionario dijo que no podía dar a conocer esos datos; también se le solicitó ver al detenido para constatar si había sido golpeado, a lo que Rivera Ramos negó que estuviera lesionado y que tampoco podía verlo porque ya estaba a disposición del Ministerio Público.
Posteriormente el trabajador de esta empresa editorial visitó al subdirector de Averiguaciones Previas, Alejandro Moreno, quien también negó la posibilidad de ver a la persona detenida; dijo que Simental Romero aceptó ante los agentes de la DEI su culpabilidad en el delito de robo, pero ya ante el Ministerio Público negó que él lo hubiera hecho.
Por su parte, la agente del Ministerio Público, María del Carmen Vargas Fierro, comentó que efectivamente el detenido había manifestado que lo golpearon los agentes de la DEI y que iba a solicitar un examen médico para certificar las heridas, agregando que ella le apreció lesiones en las muñecas, espalda y cabeza.
Por último, se entrevistó al abogado defensor, quien señaló que su cliente está todo golpeado, que tiene lesiones que se aprecian a simple vista, más las que pudiera tener internamente, pues el detenido manifiesta estar adolorido de todo el cuerpo, agregando que ya dieron parte a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
LO QUE ESTABLECE EL CÓDIGO PENAL
De acuerdo con el artículo 196 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Durango: En ningún caso, y por ningún motivo, podrá la autoridad emplear la incomunicación, intimidación o tortura para lograr la declaración del indiciado o para otra finalidad.
