Las ladrilleras son parte fundamental de la industria de la construcción.
GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Es un problema la contaminación y más de hambre de muchas familias que no tenemos otra alternativa que fabricar ladrillos, es mi oficio y única fuente de ingreso para sostener a seis hijos, afirma Felipe Duarte Perlales.
Con sombrero de pasta blanco que hace tono con su pelo y bigote encanecidos, en su mirada se refleja experiencia, resignación y el paso de los años en el trabajo que lo dignifica como persona, pero socava su salud gradualmente entre las densas humaredas de los obradores. De los afectados por la contaminación, los obrajeros son los primeros en sufrir los impactos negativos.
Al igual que Felipe, poco más de 20 padres de familia dedicados a la fabricación de ladrillos atraviesan por la misma situación; la pobreza y falta de fuentes de empleo los obliga a ejercer la ruda y peligrosa actividad por ser rústica y no ecológica como pretenden las autoridades en la ciudad de Durango.
Los obradores que funcionan en la cabecera municipal son foco de contaminación ambiental, ya que desde las primeras horas de la mañana se pueden observar las grandes columnas de humo negro que arrojan y se esparcen a la redonda, por donde el viento sopla.
Las llantas que son utilizadas para el calentamiento de los hornos no son apropiadas como combustible, pero las usan para abaratar los costos de producción y por no contar con fuentes de apoyo de parte de las instituciones de Gobierno. Es la industria olvidada.
A pesar de la contaminación, es la única fuente de ingreso de las familias que se dedican a este negocio, como Felipe, con 74 años de edad, que ha dejado 25 años de su vida en la fabricación de ladrillos, prácticamente la tercera parte de su existencia.
Este septuagenario, originario de Guadalupe Victoria, comenta: “Aunque la contaminación es mucha, es la única fuente de ingreso para mantener a mis seis hijos”.
Don Felipe comenta que esta actividad no es bien remunerada, pues a veces es más lo que se invierte en el proceso que las ganancias; sin embargo, aunque es poco lo que obtienen, es algo para sobrevivir. Dice que para sacar 12 mil ladrillos invierte desde la compra de tierra, otros materiales como aserrín, llantas usadas y el pago de ayudantes.
En cuanto a las ventas, aclara que no son muchas, ya que en los últimos meses han bajado de manera considerable por la falta de obra pública y privada. Puede producir 12 mil ladrillos, pero sólo vende mil a tres mil ladrillos, cuando mucho. Hay que esperar pacientemente al cliente y entonces volver a fabricar.
Al preguntarle sobre su estado de salud, comenta que diariamente, por estar expuesto al humo durante largas horas, se ha visto afectado, ya que en los últimos meses ha observado cómo se deteriora su condición física y aprecia algunos síntomas o daños en sus pulmones.
Cabe hacer mención que a los alrededores de las ladrilleras hay viviendas donde habitan familias enteras, las cuales señalan que también se han visto afectadas por la exposición constante del humo por las mañanas, ya que en los niños genera enfermedades respiratorias.
De la industria del ladrillo no solamente sobreviven los 20 propietarios de los obradores, sino un número mayor de ayudantes o jornaleros, quienes a la vez sufren los males de salud por las humaredas contaminantes.
Aquí es necesario –señalan vecinos y obrajeros- que las autoridades hagan un planteamiento para reubicar las ladrilleras y apoyar para utilizar equipo ecológico en la elaboración del producto.
Sin apoyo
Los industriales del tabique no tienen apoyos de salud ni financieros para mejorar sus condiciones de vida.
-La industria del ladrillo en Guadalupe Victoria demanda apoyos para utilizar equipo ecológico para frenar la contaminación por las humaredas con la quema de llantas.
-Las 20 familias de obrajeros viven en condiciones de extrema pobreza, sin apoyo de programas de Gobierno.
-Habitantes de las colonias aledañas piden a los fabricantes de ladrillo su reubicación para evitar males respiratorios en los niños y ancianos, principalmente.
-Los ladrilleros carecen de servicios médicos, a pesar del serio riesgo que representa laborar entre las densas humaredas.
-Se desconoce un programa de apoyo de parte del Gobierno hacia este sector o industriales del ladrillo en Guadalupe Victoria.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.