Un ladrón entró dos veces en la casa de Graeme Glass en Nueva Zelanda, primero para robar y después para devolver lo robado junto con una nota de arrepentimiento.
El ladrón entró en la vivienda cuando Glass estaba trabajando en Queenstown.
El individuo rompió una ventana y se llevó una computadora portátil, una cámara y la billetera de Glass con una tarjeta de crédito.
Más tarde ese mismo día el ladrón regresó para devolver lo robado, además de una pelota de baloncesto y dos pares de guantes comprados con la tarjeta de crédito robada.
Glass y su esposa, Shirley, descubrieron el botín devuelto en la mesa de la cocina junto con una nota manuscrita en la que el ladrón decía sentir haber "violado la seguridad de su hogar".
El ladrón también prometió dejar dinero en efectivo en el buzón postal de Glass para pagar por la ventana rota cuando tuviera suficiente dinero.
"Nunca he escrito palabras más sinceras que cuando digo que desearía no haberles hecho esto a usted y a su familia", dice la nota. "Me arrepiento de todo corazón".
La policía de Queenstown dijo tener una descripción del ladrón suministrada por el personal de los comercios donde se usó la tarjeta de crédito.