Ginebra, Suiza.- El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, subrayó la necesidad de hacer progresos significativos en la Ronda de Doha y dijo que su conclusión es la tarea “más significativa” que los países miembros deben acometer este año.
“Para concluir estas negociaciones en un futuro próximo, debemos hacer lo antes posible progresos importantes en los terrenos cruciales, como son las subvenciones a la agricultura y los aranceles sobre los productos industriales y agropecuarios”, señaló Lamy en el prólogo del Informe Anual 2007 de la OMC, publicado hoy.
La Ronda de Doha se lanzó en 2001 con el objetivo de aumentar el grado de liberalización y apertura del comercio internacional, lo que agilizaría el intercambio entre países y debería redundar, sobre todo, en beneficio de los menos desarrollados.
El último día de julio concluyó una última semana de intensas reuniones para empezar el receso de verano, durante el cual los países miembros deberán examinar a fondo las propuestas presentadas a mediados de julio por los responsables de dos de los comités de negociación más significativos, el de agricultura y el de productos industriales, en un intento de reactivar la Ronda.
Los 151 países miembros deberán estar en situación de volver al proceso negociador a partir del próximo 3 de septiembre.
A pesar de que la mayoría de los países expresó su voluntad de concluir un acuerdo, en sus primeras reacciones a los documentos presentados sobre agricultura y productos industriales quedó de manifiesto que persisten las mismas diferencias significativas entre las principales potencias negociadoras que han tenido suspendidas durante cerca de un año las negociaciones.
Según el informe presentado hoy por la OMC, el crecimiento del comercio internacional podría ralentizarse al 6 por ciento frente al ocho por ciento del año anterior a causa de los riesgos que planean sobre la economía mundial.
“Los riesgos sobre los mercados financieros e inmobiliarios e importantes desequilibrios comerciales sobre los bienes y servicios suponen más incertidumbre para 2007”, agrega el informe.
Por ello, Lamy consideró que “el logro de un acuerdo en el marco de las negociaciones de Doha enviaría a los gobiernos, a los actores económicos y al público en general un mensaje de confianza muy necesario”.
El objetivo último de la OMC es que hacia final de año, los 151 países miembros de la organización internacional con sede en Ginebra hayan sido capaces de acordar un texto definitivo que recoja compromisos concretos de cada uno para abrir sus respectivos mercados y facilitar el intercambio comercial.