Un cohete fue disparado ayer contra un avión de transporte Hércules de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que acababa de aterrizar en el aeropuerto de la ciudad de Neiva, sur del país, con al menos 50 militares a bordo, pero no alcanzó el blanco, informaron las autoridades.
El proyectil explotó en las inmediaciones de la pista del aeropuerto Benito Salas de Neiva, capital del departamento del Huila, donde poco antes había aterrizado el Hércules procedente de Puerto Leguízamo, en el departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador.
Según la alcaldesa de Neiva, Cielo González, el cohete fue disparado desde un parque cercano a la terminal aérea.
El secretario de Gobierno del Huila, Eliseo Motta Vargas, señaló por su parte, que el proyectil estalló en la pista de aterrizaje, pero no produjo heridos ni víctimas mortales aunque sí algunos daños materiales.
Agregó que la Policía y otros organismos de seguridad analizan los móviles y orígenes del ataque, pero se abstuvo de atribuirlo a alguna organización. La explosión del artefacto se escuchó en un vasto sector de Neiva y las operaciones en el aeropuerto fueron suspendidas por seguridad.
Posponen búsqueda de 6 militares
El peligro de nuevas detonaciones en un polvorín que explotó parcialmente en una base militar del norte de Colombia impidió ayer la búsqueda de seis militares que están desaparecidos entre los escombros, informaron fuentes castrenses.
El general Luis Roberto Pico, comandante de la VII División del Ejército, explicó que expertos en explosivos trabajaban en la remoción del material de guerra almacenado en el sótano de la instalación y hasta que terminaran podrían moverse los escombros y proceder a la búsqueda de los desaparecidos. Calculó que eso ocurriría dentro de tres días.
Explicó que tras la explosión del sábado muchos artefactos quedaron esparcidos en la parte baja del depósito. “El material defectuoso será trasladado a un lugar seguro y detonado”. Inicialmente se reportaron dos muertos, pero al parecer los cuerpos no pudieron ser recuperados aún.