ahora que están de moda los ejercicios de mercadotecnia global para elegir a “las siete nuevas maravillas del mundo”, en el programa Desde la Redacción de Grupo Imagen, conocido como “Las Chachalacas”, durante toda la semana pasada le pedimos a los radioescuchas, muchos de ellos de Torreón y de Durango, que nominaran a sus 7 pesadillas de la política mexicana.
Los políticos que ganaron la deshonrosa mención del auditorio fueron: AMLO, Elba Esther Gordillo, Gerardo Fernández Noroña, Mario Marín, Vicente Fox, Marta Sahagún y Marcelo Ebrard. En otras palabras, en esta pequeña muestra de encuestados destaca la desconfianza que hay hacia políticos de los tres principales partidos políticos por igual, así como a los líderes de dos de los sindicatos más poderosos de México.
Para unirme a este ejercicio ahí van mis siete pesadillas modernas de la política mexicana:
1.- La pobreza en la que vive más del 40% de la población mexicana en este país. Porque la pobreza también es un problema político y porque gobiernos van y vienen, del PRI, del PAN o del PRD, sin que se atienda o resuelva la pesadilla diaria de millones de mexicanos.
2.- En contraste, la riqueza opulenta de Carlos Slim, que ha sabido aprovecharse de un sistema de privilegios que lo ha posicionado como el hombre más acaudalado del mundo, rebasando ya a Bill Gates y a Warren Buffett. Pesadilla del sistema político mexicano y una de nuestras mayores paradojas.
3.- Elba Esther Gordillo, la todopoderosa autodenominada lideresa de por vida del Sindicato Nacional de Trabajadores de le Educación. Pesadilla porque sobre ella no hay transparencia alguna, porque su influencia llega a todos los rincones geográficos y políticos de este país y porque hay Elba para rato.
4.- El Congreso de la Unión. Porque tenemos uno de los congresos más grandes y costosos del mundo, pero también uno de los más ineficientes y arcaicos, porque la forma en la que opera el Poder Legislativo mexicano no refleja un marco de democracia, de rendición de cuentas y de representación ciudadana. Pesadilla porque cada tres años, los diputados se van sin ser calificados en lo individual por su desempeño y los senadores hacen lo propio cada seis, porque mientras no exista la reelección legislativa, los legisladores seguirán dando cuentas a sus partidos políticos, en lugar de a los ciudadanos que los elegimos.
5.- El sistema de procuración de Justicia mexicano, porque exonera a corruptos como Arturo Montiel, cobija a Mario Marín y perdona a Luis Echeverría. Porque no responde al asesinato de Luis Donaldo Colosio ni al de la indígena Ernestina Ascencio. Porque hasta el secretario Del Trabajo mexicano, Javier Lozano, prefiere demandar al empresario Zhenli Ye Gon en una Corte estadounidense, que en una mexicana.
6.- Las voces, tanto en el PRD, como en el PAN, que no permiten que se consolide una izquierda mexicana seria y responsable ni una derecha tolerante y moderna, como René Bejarano, Dolores Padierna, Gerardo Fernández Noroña o como Manuel Espino, el Yunque o el secretario de Salud, José Córdova.
7.- La elección presidencial de 2006, porque en ella se dividió a la sociedad mexicana desde el discurso de políticos y empresarios, porque en ella se consolidaron partidos políticos personales, como Nueva Alianza o el Partido Verde o unos que prometían, como Alternativa, pero que están al borde de desaparecer por peleas internas entre sus dirigentes.
Académico ITAM y UIA
Comentarios:
genarolozano@gmail.com
