Usted empieza a sentir que le pica la nariz… agarra aire y se agita, más, más hasta que ¡achú!.. lanza su estornudo, que por cierto raramente es uno, a veces dos, tres y hay quien llega a récords inimaginables.
Los egipcios y los griegos creían que el estornudo era una advertencia divina para gobernarse de ésta o de otra manera. O sea que andaba usted metiéndose en líos con una vecina muy guapa, o con negocios turbios, o tratando de lavar unos denarios y entonces había un Dios por ahí al que usted le caía bien y le quería avisar: Aguas… En ese bussiness no te metas porque te enzoquetas ¿y cómo le hacía para avisarle? Lo ponía a estornudar hasta que usted sentía que eso ya no era normal y decía ¡Ah, éste es un aviso divino!
Entonces se sacaban agüeros de ella, ¿de quién? Pues de la costumbre de estornudar. Si estornudabas en la tarde, eran buenos augurios, o sea que algo bueno te iba a llegar, te iban a aumentar el sueldo por ejemplo. Ahora que, si estornudabas por la mañana, ¡cuidado! O te iban a poner el cuerno, o te iba a llegar la suegra a quedarse con ustedes unos díítas, o alguna desgracia de ese tipo te iba a acontecer.
Estornudar al salir de la cama o al levantarse de la mesa, era pernicioso. Algo anda mal, contigo, te decían, como cuando le empiezas a oír un ruidito al carro y ahí andas preocupado hasta que vas con el mecánico y éste te explica con toda claridad que le anda fallando “la espiroqueta del masomeneador” y ya te vas muy tranquilo hasta que el carrito se te echa y ya no quiere caminar.
La persona que estornudaba al poquito tiempo de haber nacido es que iba a ser muy dichosa. El estornudar para la izquierda era una señal fatal mientras que a la derecha era favorable.
Cuando alguien estornudaba, los griegos le decían ¡vivid! O ¡que Júpiter te ayude! Y hasta cuando estornudaban se expresaban esos deseos a sí mismos: Achú, ¡ay, que Júpiter me ayude, que buena falta me hace!
Ahora cuando alguien estornuda le decimos ¡salud! porque se supone que el que estornuda está anunciando que anda agarrando un resfriado o está a punto de caer en cama con un gripón “marca diablo”, aunque nunca falta un malora que al oírle estornudar diga ¡salú… bridad te recoja! O algo por el estilo.
La palabra estornudar viene del latín sternutare, pero además es un verbo onomatopéyico ¿Y eso qué quiere decir? Pues que su nombre sale del mismo sonido que se produce al ejecutar la acción. O sea que la palabra ¡estornudo! Recuerda el sonido de un real y verdadero estornudo.
POR SI LAS DUDAS
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Mi agradecimiento para Mayela Urrutia de Torreón que nos pidió un juego de libros. Espero que lo disfrute.
PREGUNTA DEL PÚBLICO: ¿Cuál es el origen de la palabra perogrullada? Teodoro Flores.
RESPUESTA: Perogrullada es una obviedad. Algo que es tan obvio que resulta inútil decirlo. La palabra se origina en Pero Grullo, un personaje legendario que se supone era asturiano y que se ocupaba de decir ese tipo de verdades.
Me retiro como el apóstol número trece… que nomás come y desaparece. ¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!
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