Lazos afectivos condicionan relaciones con las parejas

Un ejercicio básico para mejorar la relación con el cónyuge es ir al encuentro con el padre

TORREÓN, COAH.- Los lazos afectivos con los padres condicionan a futuro el tipo de relación que se lleva con la pareja, explica Jesús Amaya Alcalá, especialista en terapia individual y de pareja. El psicólogo señala que un ejercicio básico para mejorar la relación con el cónyuge es ir al encuentro con el padre.

“Si una persona tiene un padre silencioso, callado, esto determina la relación que después tendrá con su esposo”, manifiesta, “de ser posible, es necesario procurar un acercamiento con él y hacer un ejercicio donde nos acerquemos, lo cual nos libere de las heridas que traemos dentro”.

El psicólogo señala que el caso de las mujeres que tienen un padre callado y serio, que no muestra afecto, es muy frecuente, lo cual deriva en lo que se conoce como “las hijas del silencio”, que se refiere al comportamiento que las señoras tendrán frente a su pareja en un futuro, como resultado de la relación con el padre.

Explica que el primer caso es el de la Cenicienta: “Ésta es la mujer que ante el temor y la ansiedad que le causó el silencio del papá y que le puede causar el silencio del esposo, hace todo lo posible por ganarse la comunicación de su marido o una manifestación de cariño, a través del sacrificio, del trabajo, de la renuncia personal, se llega uno a cuestionar ¿por qué esta mujer sirve a su marido de esa manera? O ¿por qué le aguanta tanto? Ella tiene la fantasía de que así se siente bien recompensada”.

Señala que un segundo caso de “las hijas del silencio” es el de la Amazona. A diferencia de la anterior, esta mujer no está dispuesta a sacrificar nada para obtener un halago o cariño, sino que toma la delantera, tiene una actitud masculinizada y tiene al esposo como un complemento.

“Ella piensa que no va a obtener el cariño ni la comprensión y no le interesa, utiliza al esposo como un medio para tener compañía, pero ella se basta a sí misma”, expresó el psicólogo.

El tercer caso es de la mujer que decide renunciar a una vida en pareja: “piensa que es inútil comprometerse con un hombre que será igual que su papá, callado y silencioso, mejor no se casa”.

Amaya Alcalá dice que si se quiere verdaderamente salvar la relación con la pareja, las personas de padre callado o silencioso deben buscar el acercamiento con él, a fin de resolver esta cuestión. Ante esta situación, el psicólogo recomienda a los matrimonios jóvenes la prevención, es decir, que los padres tengan muestras de cariño hacia sus hijos e hijas.

“Estudios muy serios nos indican que los hijos necesitan entre nueve y 12 caricias al día, un beso, un abrazo, una muestra de cariño, una palabra tierna”, comenta el psicólogo, “también se recomienda el ejercicio de preguntarse ¿cuándo fue la última vez que le dio un beso o abrazó a sus hijos?”.

El psicólogo dice que los niños pequeños, de entre tres y cuatro años, muestran una notoria preferencia por sus mamás, en el caso de los varones, y por los papás, en el caso de las mujeres, por lo que existe un leve rechazo hacia el otro progenitor, al buscar un mayor acercamiento con el primero.

Caricias

“Estudios muy serios nos indican que los hijos necesitan entre nueve y 12 caricias al día, un beso, un abrazo, una muestra de cariño, una palabra tierna, también se recomienda el ejercicio de preguntarse ¿cuándo fue la última vez que le di un beso o abracé a mis hijos?”.

JESÚS AMAYA ALCALÁ,

ESPECIALISTA EN TERAPIA INDIVIDUAL Y DE PAREJA