El darle leche materna a los bebés les proporciona las defensas necesarias para combatir enfermedades.
El ingreso de las mujeres al trabajo público, los cambios de estilo de vida, así como el desarrollo de tecnologías y productos cada vez de mayor calidad, entre otros factores han provocado la disminución de la lactancia materna, lo cual afecta notablemente en los bebés, ya que es un alimento muy importante para su desarrollo.
La leche materna es la primera vacuna que debe recibir todo niño hasta el año de edad, porque es gratis, acentúa el vínculo madre-hijo y provee anticuerpos que actúan de inmediato para proteger al menor de infecciones, pues durante los primeros tres días de vida, el recién nacido ya tiene 50 por ciento menos riesgo de morbilidad y mortalidad.
Además, previene la otitis media e incrementa entre cinco y siete puntos el coeficiente intelectual de los niños.
La leche materna también disminuye la posibilidad de desarrollar obesidad, diabetes mellitus, hipertensión y problemas cardiovasculares en la edad adulta.
Autoridades de Salud ratificaron un acuerdo entre fabricantes y distribuidores de sucedáneos de la leche materna, en donde se comprometieron a restringir sus acciones comerciales de fórmulas infantiles evitando ofrecerlas directamente a las mujeres embarazadas, madres recién paridas y familiares directos, ya que ello desalienta la lactancia materna.
Este acuerdo firmado por José Angel Córdova Villalobos, secretario de Salud y por seis empresas, también prohíbe que distribuyan muestras gratis de fórmulas lácteas infantiles, de inicio, (de cero a seis meses); y de continuación (siete a doce meses), líquidas o en polvo, no sólo a madres, sino también a hospitales públicos y privados, médicos e instituciones.
Romeo Rodríguez, coordinador de asesores de la Secretaría de Salud, dijo que este acuerdo no busca tratar de quitar estos productos del mercado, sino disminuir la competencia desleal que se le puede hacer a una madre que trata de amamantar a su hijo.
El funcionario, quien fuera director del Hospital Infantil de México, explicó que si bien el 80 por ciento de la madres mexicanas amamantan, el problema es que los fabricantes de fórmulas infantiles no vayan e interrumpan la lactancia del seno materno que debe durar hasta los seis meses. Lamentablemente, dijo, muchas compañías lo están haciendo.
Ejemplo de ello, comentó, es que si una mamá esta alimentando bien a su bebé, de seis o siete meses de edad, llega alguna compañía y le dice que su leche está mejor, y si la mamá no tiene información lo deja de hacer en detrimento a la salud de su hijo.
