A diferencia de la última gran reforma aprobada en el Congreso de la Unión, la del ISSSTE, esta vez los legisladores analizan minuciosamente la reforma fiscal enviada por el presidente Felipe Calderón.
Desde que la iniciativa fue entregada, los diferentes grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados coincidieron en la necesidad de establecer un calendario de trabajo con el fin de consultar a la gran mayoría de los sectores, tarea que corrió a cargo de la comisión de Hacienda, presidida por el poblano Jorge Estefan Chidiac, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Durante el mes que culmina, los diputados llevaron a cabo reuniones de trabajo con empresarios, sindicatos, académicos y especialistas, así como con funcionarios de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) quienes acudieron al palacio legislativo a explicar y a recibir información a detalle de la propuesta.
Según diputados de diversas fracciones, existe la posibilidad de que la segunda quincena de agosto se llame a un periodo extraordinario con el fin de aprobar la reforma fiscal, pero también con el compromiso impulsado desde las filas del Frente Amplio Progresista (FAP), es decir PRD, PT y Convergencia, de también incluir la reforma electoral, una de sus principales prioridades luego de los comicios del 2 de julio de 2006, que para estos partidos supuso la ejecución de un fraude electoral.
La presentación el miércoles de la semana pasada de la propuesta formal del FAP para una reforma fiscal, detonó también la solicitud de que su iniciativa sea analizada con el mismo detenimiento que la reforma presentada por el presidente Calderón.
A la par, ese mismo día, el encargado de asuntos hacendarios del PRI, Horacio Garza Garza, anunció que esa bancada presentará una propuesta de reforma fiscal que ya elaboran a través de la información que ha recibido de distintos sectores.
Se dijo de acuerdo en que la propuesta del FAP debe ser tomada en cuenta al igual que la del presidente Calderón.
Garza aceptó que todavía no hay nada escrito por parte de su grupo parlamentario pero afirmó: "estamos abiertos a todas las propuestas".
Dos días después, el presidente de la comisión de Hacienda, Jorge Estefan Chidiac, dijo que el PRI no ha planteado en ningún momento la posibilidad de un periodo extraordinario, y soltó una frase para ejemplificar la situación en que se encuentra el análisis de la reforma fiscal: "Para que haya caldo de pollo, tiene que haber pollo, y no hay ningún acuerdo por el momento".
Desde el punto de vista de Chidiac no se han consensuado las medidas que se tienen que proponer en materia de reforma fiscal, luego entonces "no hay materia para un periodo extraordinario".
En el PRI existe preocupación por los efectos negativos que pueda acarrear la llamada Contribución Empresarial de Tasa Unica (CETU), en materia de desempleo y el posible impacto en el sector educativo.
Como en el Impuesto Contra la Informalidad (ICI), al gravar con 2 por ciento los depósitos de más de 20 mil pesos, también hay dudas de que combata eficazmente a ese sector informal, mientras que esas vertientes les obligan a suponer que habrá cambios a la reforma que envió el Ejecutivo.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya con una propuesta formal, busca evitar las afectaciones también de la CETU, que ha causado inconformidad en el sector empresarial. De la misma forma ven con desconfianza el ICI, al señalar que seguramente los bancos se verán beneficiados con el cobro de comisiones.
En el Partido Acción Nacional (PAN), es obvio que existe una uniformidad de criterio enfocado al apoyo de la propuesta del presidente Felipe Calderón, pero también existe plena conciencia de que la reforma no pasará íntegra, como lo aceptó el coordinador Héctor Larios.