Hoy se conmemora el sexto aniversario de los ataques del 11 de septiembre (11-S) en Estados Unidos. (Archivo)
A seis años de los atentados a las Torres Gemelas, la guerra contra el terror desencadenó una serie de abusos que aún continúan, mientras George W. Bush es considerado hoy como uno de los peores presidentes.
Pocos días después del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush pasó a ser el indiscutido líder político de un país que buscaba castigar a sus agresores.
La raramente unificada opinión pública de Estados Unidos se convirtió de repente en una unidad para buscar el castigo a los responsables del mayor atentado en la historia del país, uno cometido por extremistas islámicos, en un hecho con enormes consecuencias y uno que se convirtió también en el motor de reformas domésticas en busca de garantizar la seguridad de los estadounidenses.
El periodo que siguió al 11 de septiembre de 2001 vio para Estados Unidos increíble expansión del poder del Gobierno para realizar espionaje doméstico y el resultado, según un reporte, ha sido que “con pocas reglas y un pobre entendimiento de las protecciones constitucionales, las autoridades han rebasado los límites, especialmente en la vigilancia de actividad política”.
En ese marco, agencias del Gobierno y contratistas privados han recabado información personal de líneas aéreas, compañías telefónicas, empresas de crédito y proveedores de servicios de Internet al grado que el Congreso comenzó también a investigar sobre abusos a la autoridad incluida en la Ley Patriota, aprobada en su forma original un mes después del 11 de septiembre de 2001 sin debatir su impacto sobre libertades civiles y muy especialmente sobre minorías étnicas y religiosas.
Pero de acuerdo con el senador Orrin Hatch, que presidía el Comité Judicial del Senado cuando la Ley Patriota fue aprobada, la legislación fue “un delicado balance” mientras que para Patrick Leahy, su contraparte demócrata y sucesor en la jefatura del mismo comité, había sobre todo tres preocupaciones: la detención sin el proceso debido, la secrecía gubernamental y el incremento de los poderes del Departamento de Justicia.
Seis años después, el ex gobernador republicano Thomas Kean y el ex diputado demócrata Lee Hamilton, quienes presidieron una comisión para evaluar la actuación del Gobierno estadounidense y sus acciones para salvaguardar la nación, aseguran que hay un progreso doméstico “difícil, incompleto y lento, pero real”.
En el curso de esos seis años Bush se convirtió en el guía de una potencia donde el miedo y la seguridad se convirtieron en el motor de la política, en que el Congreso dominado por el partido del presidente le dio al Ejecutivo una preeminencia raramente otorgada en una amalgama de condiciones que como nunca antes acercaron a Estados Unidos a un Estado policiaco.
Pero ahora Bush y su Gobierno parecen haber descrito un círculo completo. El mandatario que convocó a su país a la “guerra contra el terror” es considerado ahora como uno de los peores de la historia, a pesar de que aún falta más de un año para que termine su mandato.
Del intento de coordinar a todas las organizaciones de espionaje bajo una dirección nacional de Inteligencia a la decisión de crear un Departamento de Seguridad Nacional, de exhaustivas revisiones en los aeropuertos a los intentos de crear bases de datos sobre ciudadanos y residentes, muchas de las decisiones y políticas parecieron de sentido común. Otras, sin embargo, llevaron el miedo azuzado al nivel de política de Estado.
Padecen rescatistas estrés post-traumático
Miles de individuos que participaron en las labores de emergencia tras los ataques al World Trade Center en 2001 padecen graves problemas mentales tres años después, según datos divulgados por el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York.
El análisis de datos extraídos del Registro de Salud del World Trade Center muestra que uno de cada ocho individuos que intervino en las labores de rescate y desescombro en la "Zona Cero" probablemente padecía estrés post-traumático cuando fueron entrevistados en 2003 y 2004, señaló ese departamento municipal.
El estudio se basó en un sondeo inicial entre alrededor de 30 mil individuos que participaron en los esfuerzos por rescatar víctimas y otras labores, incluidos agentes de la Policía, bomberos, religiosos y trabajadores de la construcción.
La incidencia de estrés post-traumático varió de manera significativa según la profesión, con tasas que van del 6.2 por ciento entre los policías a un 21.2 por ciento entre voluntarios sin afiliación a una organización concreta.
Presentará Bin Laden testamentos de terroristas
El órgano informativo de Al Qaeda, “Al Sahab”, anunció ayer la próxima emisión de un video de Osama bin Laden, en el que se presentarán los testamentos de los 19 terroristas muertos en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
El anuncio, cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, será presentado posiblemente coincidiendo con la conmemoración del sexto aniversario de los atentados del 11-S, ya que las referencias a este suceso son constantes.
En una página electrónica utilizada por algunos grupos islámicos radicales, “Al Sahab” ha colgado un anuncio en el que aparece una imagen de Osama bin Laden, “número uno” de este grupo terrorista, seguida de una frase que reza “próximamente con el permiso de Dios”.