Leonor lució mallas blancas y un vestido de flores en tonos azules, a juego con un suéter y una diadema que recogía su cabello rubio. (AP)
EFE
Madrid, ESPAÑA.- La infanta Leonor, la primogénita de los príncipes de Asturias, ya conoce a su hermana Sofía, a quien ha dado “muchos besos” al verla ayer por vez primera, según afirmó su padre tras abandonar la clínica en compañía de su hija mayor.
El príncipe Felipe, heredero de la corona española, afirmó que Leonor, nacida en octubre de 2005, fue “muy buena” y no demostró tener celos al ver a su hermana pequeña, nacida el pasado domingo en la clínica Ruber Internacional de Madrid.
Hora y media duró la estancia de la infanta Leonor en la clínica, a donde llegó sentada en el asiento trasero del coche que conducía su padre, que poco antes se había trasladado al palacio de la Zarzuela, próxima a la clínica, para recogerla.
A la entrada, padre e hija posaron para los fotógrafos, a quienes la infanta Leonor regaló un saludo, animada por su padre, que contemplaba la escena muy sonriente.
La primogénita del príncipe Felipe y Letizia Ortiz vestía de azul, con un traje de flores, una rebeca de un azul más intenso y, recogiendo su rubio y ondulado pelo, una diadema con un pequeño lazo del mismo color.
Cuando salieron, Leonor caminó de la mano de su padre, y antes de volver a subirse en el coche posaron de nuevo para los fotógrafos y cámaras de televisión.
La primogénita de los príncipes tenía entre sus manos un pato de peluche de color rosa que no llevaba a la entrada.
El heredero de la corona española jugó unos instantes con su hija, a quien dio dos besos, y tuvo que salir corriendo tras ella cuando decidió bajar corriendo por la rampa de acceso a la entrada principal de la clínica.
En la clínica se quedaban doña Letizia y su hija Sofía, que según un portavoz de la Casa del Rey pasaron “tranquilas” su segunda noche en el centro hospitalario.
Visitas reales
La familia real española en pleno visitó ayer a la recién nacida hija de los príncipes de Asturias, la infanta Sofía de Borbón.
A última hora de la tarde, el rey Juan Carlos I, acompañado de la reina Sofía, llegaban a la clínica Ruber Internacional para conocer a su octava nieta y estuvo con ella 45 minutos. Por su parte, los primos de la infanta Sofía cumplieron su deseo de conocer a la recién nacida.
Los primeros eran los hijos de la infanta Elena, Froylán y Victoria, quienes llegaba al centro de salud de la mano de su abuela, la reina Sofía, y detrás de ellos, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín, duques de Palma, junto a sus tres hijos varones, Juan, Pablo y Miguel, pero sin su hija menor, Irene, también visitaban a la nueva infanta.
A pregunta de los periodistas, los duques de Palma comentaron que la infanta Sofía aprovecharía la ropita que sus primos habían usado antes y doña Cristina expresaba que era una preciosidad.
El tercer día de vida de la nueva Borbón fue muy agitado y recibió, entre otras, las visitas de los abuelos maternos de la princesa Letizia y bisabuelos de la infanta, Francisco y Enriqueta Rocasolano, acompañados de su hija, Paloma Rocasolano, quien se mostró muy feliz y comentó que su nieta era una monada. Sobre las seis y media de la tarde, era el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien acompañado de su esposa, Sonsoles Espinoza, realizaba la visita de rigor a la hija de los príncipes de Asturias.
Asimismo, el Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y el Jefe de la Oposición y líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, se acercaron a la Ruber a ver a la pequeña Sofía, a quien se espera conocer públicamente el jueves o viernes próximo, cuando la princesa Letizia sea dada de alta.